lunes, 31 de marzo de 2014

Capítulo 14.

Narra Zayn

Definitivamente Liam es todo un idiota. Llegó corriendo con Sophia apenas dos minutos antes de embarcar.
—Menos mal que te he avisado con dos horas de antelación. —Le dí una colleja.
—No ha sido mi culpa. —Se quejó mientras se sobaba la nuca.
—Llevale las maletas a Sophia, no seas inútil. —Dije negando con la cabeza. Me hacía perder los nervios.
—¿Todo bien? —Pregunto Beca cogiendome la barbilla.
—Si, es Liam, que me extresa. —Dije con cierta gracia en mi tono de voz. Me abracé a ella y la besé.
Rápidamente nos montamos en el tren camino a Londres. Entre que Liam y Sophia divertían el ambiente con sus estupideces, Harry y Michelle que se miraban con recelo y se soltaban alguna que otra barbaridad y Beca, que estaba haciendo planes para cuando llegaramos, fue un viaje relativamente corto. La cosa es que Harry, Liam y yo teniamos nuestros propios planes. ¿Que haríamos con las chicas? No podemos llegar y decirles: "Ey, que nos vamos a entregar una mercancía a unos mafiosos, no nos esperéis para cenar y no salgais de aquí".
En cuanto llegamos, Harry y Liam se fueron a encargarse de un asunto relacionado con el trabajo, mientras que yo acompañé a las chicas al hotel. Esta vez Jack se había portado. Un cuatro estrellas en el centro de Londres, nada pero que nada mal.
—Zayn esto es hermoso. —Dijo Beca mirando a su alrededor. —No deberias haberte gastado tanto dinero. —Se cruzó de brazos.
—Tranquila, es el regalo de... Un... Amigo. —Dije sonriendo. —Chicas, yo me quedaré con Beca, Michelle, tú con Harry y Sophia con Liam.
—¿Yo con Liam? Estás de broma.
—No, él lo ha decidido así. —Dije con toda la naturalidad del mundo.
—Pues dile a tu amigo el troglodita que yo decido por mi misma.
—Díselo tú, de momento iros a vuestras habitaciones. —Les entregue la tarjeta. —Luego veremos que se puede hacer.
Las chicas asintieron de mala gana y se marcharon.
—No sé si deba quedarme contigo. —Dijo Beca riendo.
—¿Por qué? Si yo soy un angelito. —Bromee.
—Si, uno caído. —Dijo y me cogió de la mano para llevarme al ascensor.
No me lo pensé dos veces y la besé con ganas, sin prestarle atención alguna a los dos hombres trajeados que estaban con nosotros en el ascensor. La cara de Beca era un poema.
—Como se te ocurre tonto. —Dijo una vez que aquellos tipos se habían marchado.
—No pasa nada princesa. —Dije riendo y volví a besarla.
Llegamos a la puerta de la habitación, fuí yo quién la abrí, dejando ver una suite casi de lujo. Había un gran ventanal desde el que se podía ver el London Eye.
—No sé como agradecerte esto Zayn.—Murmuró mirando las vistas boquiabierta. Sonreí y la abrace desde la espalda, poniendo mi cabeza en su hombro.
—¿Te gusta? —Pregunté en un susurro.
—Es perfecto... —Se giró y me abrazó.
—Tú si que eres perfecta. —Le acaricie la mejilla y me dediqué a observarla en silencio. ¿Como había podido a llegar a significar tanto para mi en apenas unas semanas?
—¿Que? ¿Tengo algo en la cara? —Dijo tocándose por todas partes.
—No, sólo me gusta mirarte.
—No digas tonterías anda. —Se rió.
La cogí tal que a un bebé y me tiré a la cama con ella. Lo único que hacíamos era reírnos.
—Ok, ya.—Se incorporó levemente. —¿Podemos ir a visitar Londres?
—Eso será mañana, hoy me apetece hacer otras cosas. —Sonreí.
—¿Que cosas Malik? —Entrecerro los ojos.
—Las que usted quiera.
—Okey, pero sólo por hoy. No te acostumbres. —Se subió encima de mi y me besó.
Fue bajando desde mis labios hasta el cuello, dónde dejó una pequeña marca.
—¿Y eso? —Dije riendo.
—Ya sabes, para mantener alejadas a las bitches.
—Yo también quieero. —Dije y nos rodé, quedando encima de ella.
Besé su cuello para después dejarle  una marca bastante notable. Me miró mal cuándo lo vio.
—Tendré que usar un pañuelo. —Bufo.
—Ey, ¿y yo qué?
—A ti te queda sexy, a mi me queda... No sé, extraño.
—Pues a mi me parece muy... Irresistible. Si, definitivamente.
Alguien llamó a la puerta de nuestra habitación.

(...)

domingo, 23 de marzo de 2014

Capítulo 13.

El ave saldría en dos horas. Me despedí de Alex y Faith y fuí a recoger a Beca. No sé como logró convencer a su tía para que la dejara venir, desde luego esta chica puede volver loco a cualquiera.
Llamé al timbre. Al segundo toque la puerta se abrió, dejando ver a mi preciosa novia. Sonreí al instante. Estaba más que hermosa. Tenía puesto un vestido palabra de honor blanco, una chaqueta vaquera y unas votas marrones.
El pelo totalmente liso y casi nada de maquillaje. ¿Podría estar más perfecta? Para mi por lo menos no.
—Tía, me voy ya. —Gritó y cerró la puerta detrás de sí. Cogí su maleta y la guíe hasta mi coche.
—Estás guapísima. —Dije abriendole la puerta del copiloto.
—Tú más. —Sonrió y me besó la mejilla antes de entrar en el coche.
Mi sistema nervioso se alboroto completamente.
Tomé mi asiento y conduci hasta la estación. Harry y Michelle nos estarían esperando allí. Espero que también esté Liam.
Reconocí a lo lejos la cabellera de Harry, estaba discutiendo con una chica, supongo que esa chica era Michelle.
—Hey —Dije para acernos notar.
—Hola chicos. —Dijo Harry. —Tu debes de ser Beca.
—Si. —Respondió mi chica.
—Yo soy Harry y ella es Michelle, la hija de mi jefe. —Dijo con cierto rintintin.
—¿Habéis visto a Liam? —Pregunté.

Narra Liam

Terminé de hacer la maleta y baje al salón. Estaba viendo la televisión tranquilamente cuándo escuché unas pisotadas en las escaleras.
—Liam, tienes que ayudarme. —Dijo Sophia.
—¿Que pasa?
—Damon, está fuera. —Dijo cerrando las cortinas de todas las ventanas del salón.
—¿Y por eso estás así? —Pregunté sin darle importancia alguna.
—¿Te paracen poco suficientes mis motivos? —Me fulmino con la mirada. —La culpa es tuya, ayúdame.
—Y qué quieres que le diga.
—Yo que sé, inventante algo. —Me dejé empujar hasta la puerta. —Porfavor. —Dijo mirándome con cara de perrito degollado. No pude negarme.
Salí al exterior, Damon estaba apoyado en su coche, con unas gafas de sol oscuras. ¿Se creía guay? Me reí de lo patético que se veía y caminé hasta él.
—¿Que te pica con mi chica? —Pregunté.
—¿Tú? —Bufo.
—Yo. Creí que había sido claro contigo.
—¿No te cansas de fastidiar? ¿Por qué no te piras de la vida de mi novia?
—¿Tú novia? Yo creo que no. Espabila tío, ahora está conmigo.
—Eso no hay quién se lo crea chaval. Sophia nunca estaría con un don nadie como tú.
—Estuvo contigo. —Me encogi de hombros. —Mira tío, tengo prisa. Sophia y yo nos vamos de viaje. No vuelvas a molestar.
—Sólo lo dices para alardear.
—¿Eso crees? —Asintió.
Llamé a Sophia.
—¿Que pasa? —Dijo mirándome confundida.
La tomé de la cintura y la atraje hasta mi. Ella me miró extrañada.
—Vamos a demostrarle a tu querido ex novio que ahora estás con papi. —Dije y acerqué mi cara a la suya. Al principio se hizo un poco para atrás. Puse mi mano en su nuca y la besé fieramente. Introduje mi lengua en su boca y profundice aún más el beso.
—Ya podéis parar. —Dijo Damon.
Ningúno le hizo caso. Me sentía bien besandola, no iba a parar de hacerlo sólo porque a aquel idiota le molestara.
Nos separamos lentamente. Ningúno decía nada, sólo nos mirábamos a los ojos.
—Sois asquerosos. —Dijo, se montó en el coche y se marchó.
—Adiós. —Dije y me separé de Sophia. Me aclaré la garganta. —¿Has terminado la maleta?
—Si..
—Tenemos 15 minutos para llegar a la estación. Zayn nos va a matar... ¡corre, será mejor que nos demos prisa!

(...)

lunes, 17 de marzo de 2014

Capítulo 12.

Narra Liam

El sonido de "We are never getting back together" me despertó, de tal forma que me caí de la cama hinchable que me había "dejado" Sophia.

–¿Quién cojones es? —Bufe, estaba de mala leche.
—Payne, nos vamos a Londres. —Era Zayn.
—¿A qué?
—A un trabajo. Yo me voy a llevar a Beca. Siempre ha querido ir a Londres y además no me fío de Ashton. ¿Te traeras a Sophia?
—JAJA, no. Que se las arregle. Necesito desconectar de ella unos dias.
—Creo que es ella la que necesita desconectar de ti... Tu y tu conciencia allá. Harry viene con nosotros.
—¿Styles?
—¿Conoces a otro Harry?
—No. —Bufe.
—Pues eso. Salimos en tres horas.

Me levanté del suelo y camine hasta el cuarto de baño. Me duche, me puse unos boxers, una toalla alrededor de estos y salí a desayunar algo. Sophia ya estaba levantada.
—¿Sabes que existe una cosa que se llama ropa? —Pregunto tapándose los ojos.
—Da gracias a que no he salido desnudo niña. Preparame el desayuno.
—Claaro que si. —Se giró.
—No me vengas con sarcasmos y no te quejes. No tendrás que soportarme a partir de esta tarde. Me voy a Londres.
—¡¿Para siempre!?
—No te entusiasmes. Vuelvo en un par de dias. ¿Quieres venirte conmigo?
—¿Yo? ¿Contigo? JAJAJAJAJA.
—¿No?
—No.
—Te lo había preguntado porque pensé que me ibas a decir que si, en realidad no quiero que vengas pero por el simple hecho de haber dicho que no, lo harás. Ve haciendo las maletas.
—Tío, que contigo yo no voy ni a la esquina.
—Podemos hacer esto de dos formas; por las buenas o al estilo Payne. Tu eliges.
—No puedes obligarme.
—¿Quieres apostar que si?
—Mira peine, no quiero discutir contigo.
—¿Me acabas de llamar peine?
—¿Tienes problemas de oído?
—Esa ha sido la gota que ha colmado el vaso. —La cogí en brazos y la llevé conmigo hasta su habitación. La tiré en la cama y me puse sobre ella.
—¿Que haces pervertido? —Dijo dándome empujones.
—Cállate ya. No te voy a violar ni nada, no me interesa hacerlo. —Dije con aires de superioridad.
—Ay, claro. Por eso me insinuaste que querías acostarte conmigo para "pagar el coche"
—Yo no me acuerdo de eso. —Mentí.
—Claro que te acuerdas peine.
—No me llames peine.
—Peine, peine, peine.
Rodé los ojos y comencé a hacerle cosquillas. Era una chica y no iba a pegarle una hostia ni nada de eso. Ella pataleo para intentar zafarse pero fue inútil.
—Colabora o conocerás mi lado malo. —Me levanté y comencé a sacar su ropa del armario. Casi todo eran jeans o shorts. —¿No tienes ninguna minifalda?
—¿Me tomas por una prostituta? No soy de ese tipo de chica fácil. Como las que te gustan a ti.
—¿Y tu que sabes? Alomejor me gustas tú.
—Claaro, se te nota a leguas.
—Hay algo que si se nota a leguas.
—¿Qué?
—Que te mueres por mi.
—JAJAJA, si, ya.
—Esta toalla está comenzando a estorbarme. —Me la saqué poco a poco observando la manera en la que Sophia mutaba a tomate cherry. Se relajó un poco cuando se dió cuenta de que debajo llevaba unos boxers. Comencé a reirme y continúe con mi tarea.

Narra Sophia

Liam no paraba de caminar de un lado para otro de la habitación. Estaba haciéndolo a propósito. Mis ojos se iban directos a su trasero, no podía evitarlo.
—Me siento violado. Deja de mirarme el culo. —Dijo Liam de repente.
—No lo hacía. —Me defendí, pero mis mejillas rojas me delataron.
—No lo niegues. —Me guiño un ojo y yo rodé los míos. —Ya he hecho tu maleta, ahora haré la mía. Guarda lo que necesites, porque te aviso, vendrás de todas formas. Voy a mi habitación. Tienes dos horas y media para arreglarte.
Asenti de mala gana y peine se largó. En realidad me hacía mucha ilusión ir a Londres.
Comencé a dar saltitos por la habitación al mismo tiempo que recogía mis cosas en la maleta. Mi supermotivación acabó en cuanto abrí el whatsapp.

Estoy en tu puerta, más vale que salgas. Damon x.

(...)

sábado, 15 de marzo de 2014

Capítulo 11.

Narra Zayn

¿Cómo describir mi estado de ánimo? Creo que no tengo suficientes letras como para expresarlo. Me levanté cantando, a diferencia de todos los demás dias de la semana, del mes y de mi vida.
—Buenísimos dias mi queridísima hermana. ¿Que tal tu vida? ¿Bien? —Dije abrazandola.
—Recapitulemos. Es sábado, son las nueve de la mañana y tu estas feliz de la vida. ¿Tiene esto algo que ver con cierta rubia que yo conozco?
—Pues sí. SÍ SÍ SÍ SIIIIII. —La abracé, haciéndola volar en el aire. —MI rubia.
—Pensé que era tú princesa. —Se burló.
—Mi princesa, mi rubia, mi niña, ni nena, mi reina, mi amor, mi vida y todo lo que tú quieras. —Dije y fuí silvando hasta el cuarto de baño.
Me dí una ducha corta, desayune y salí de casa. Estuve solucionando algunos... "asuntos" y en cuanto terminé fuí a casa de Beca. Llamé al timbre, me abrió ella misma.
—Zayn. —Dijo frotándose los ojos. Acababa de levantarse.
—¿Estás sola?
—Pues sí —Se hizo a un lado. Llevaba puestos unos shorts y una camiseta ancha con un nudo atado a la parte inferior de su abdomen, dejando así un poco de este a la vista.
—Tenemos algo pendiente, no sé si lo recuerdas. —Levanté la ceja.
—Pero que impaciente Malik. —Dijo riendo.
—Ya me has hecho esperar mucho. —La cogí de la cintura y la atraje hasta mi.
—Déjame ducharme al menos. Debo estar a tu altura. —Dijo pasando las manos por mi pecho.
—Usted siempre está a mi altura, y más. —Sonreí y roce nuestras narices. La apreté más a mi cuerpo y acerque mis labios a los suyos.
Comenzó a sonar mi móvil.
—Esto es una broma. —Dije.
—Contesta. —Dijo pasando los dedos por mi pelo. Una muy agradabe sensación.

—¿Si? —Gruñi.
—Malik, soy Jackson. Te necesito para un trabajito.
—¿Puedes llamarme más tarde?
—Claro, sólo dime si cuento o no contigo.
—Eso depende de ti Jack.
–Voy a la cocina. —Dijo Beca y yo asenti.
—Por lo que oigo debes de estar muy ocupado... Luego te digo las condiciones, sólo te adelanto que es en Londres.
—Ok, hasta luego.

Colgué el teléfono y fuí detrás de Beca como un león iría detrás de su presa. Estaba preparando el desayuno. Me acerqué por la espalda y la abracé, dejando algunos besos en su hombro descubierto. Su piel era tan suave y fina...
—Hola. —Dijo poniéndose frente a mi.
—Hola. —Sonreí.
—¿Quieres crepes?
—Las crepes están bien pero... Hay algo que me parece mucho más apetecible.
—Ajá. —Se rió y mordió el labio.
—No hagas eso. —Susurré.
—¿El qué? ¿Morderme el labio?
Asenti muy despacio y me fuí acercando a ella, lenta pero firmemente. Esta vez no iba a permitir ninguna interrupción. Roce nuestros labios y sentí como un escalofrío me recorría de arriba a abajo. Por fin, pose mis labios en los suyos y comencé a moverlos. Era más que fantástico, mejor de lo que había imaginado. El beso se tornó más fiero. La acorrale en la encimera y pose mis manos en su cintura. Ella puso las suyas en mi cuello, y así, continuamos besandonos hasta que no pudimos soportar más la falta de aire.
—Creo que podría acostumbrarme a tus labios. —Dijo sonriendo.
—Sé que te encantan.
—De hecho si.
Sonreí y la besé de nuevo. Sus besos eran adictivos.
—Las crepes. —Dijo separándose. —Por poco.
—Eres una pésima cocinera. Se te han turrado todas. —Me burle.
—¿Y de quién es la culpa?
—Tuya. —Dije riendo.
Rodó los ojos y sirvió el desayuno. Arregló el desastre de crepes con un poco, bastante, de caramelo. Se escucharon unos fuertes pisotones por toda la casa. Diana apareció en la cocina corriendo.
—Buenos dias. —Dijo.
—Hola peque. —Dije.
—¿Quieres desayunar? —Le preguntó Beca.
—Si, tengo hambre.
—Te preparare el cola cao.
—Ven aquí. —Dije y la senté sobre mis rodillas. —¿Te gustaria ir a un parque de atracciones con Faith, Beca y conmigo?
—¡Si! —Dijo entusiasmada.
—Zayn. —Me riño Beca.
—¿Que? Realmente podríamos ir. Es sábado y ningúno tiene nada que hacer. Vamos.
—No sé, quizás a mi tía no le parezca buena idea. Puede que el próximo fin de semana.
—Joo. —Se quejó Diana.
—Tómate el desayuno anda. —Le sirvió el cola cao y los cereales.
—Abre la boca que viene el avión. —Dije dándole una cucharada.
Tardamos una media hora en desayunar, ya que Diana y yo nos dedicabamos a jugar con la comida. Una vez terminamos, Diana fue a jugar a su habitación.
—Seras un buen padre. —Dijo Beca de repente.
—Eso espero. —Sonreí. —Ahora mismo lo único que me importa es ser un buen novio. —Le guiñe el ojo.
—Lo serás. —Sonrió. —¿Te apetece quedarte? Mi tía siempre sale temprano los sábados y no vuelve hasta la madrugada. Bueno, si no tienes nada que hacer...
—Hoy soy completamente tuyo. Bueno, hoy y siempre. —La abracé y nos tiré al sofá, quedando encima de ella.
—Pero que poético. —Rió.

(...)

lunes, 10 de marzo de 2014

Capítulo 10.

Narra Sophia

Estaba plácidamente dormida, hasta que escuché los bufidos de alguien en el salón. Parecía que estaban estripando a un gato de goma.
— I don't know about you but im feeling 22 Everything will be alright if you keep me next to youuuuuuu. —Gritaba Liam. 
—Taylor Swift. ¿Enserio? Es inquietante a la vez que extresante. Son las nueve de la mañana, y es sábado.
—You don't know about me but I bet you want to Everything will be alright if we just keep dancing like we're 22, 22 —Dijo obligándome a bailar con el, cómo lo harías con tu abuela.
Me solté de el y apagué la musica.
—Eh. —Se quejó.
—Ni eh ni ah, ni oh. Vete a darte un paseo o algo.
—Estaba haciendo mi rutina de ejercicios matutinos. Si tu tienes a Taylor Swift en el iPod no es mi culpa.
—¿Ahora resulta que eres Swifti? —Solté una gran carcajada.
—No te rias de Taylor. Es mi futura esposa.
—Voy a darme una ducha. —Dije ignorandolo completamente. Ya tenía bastante con tener que soportarlo aquí en MI casa. Y encima Taylor Swift. No podía ser Demi Lovato. No es nada personal pero... No me agrada demasiado. ¿Por qué sigo pensando en Taylor? OLVIDALO O TE TRAUMARAS. La imagen de Liam azotando el culo mientras cantaba se reproducía en mi cabeza. Me estaban entrando arcadas.
Me duche y adecente un poco para después bajar a desayunar.
— Baby, you sound good to me Baby, you sound so good to me Mm-m-mm like a melody Baby, you sound good to me —Canté mientras bajaba las escaleras.
—Bonita voz. ¿De quien es esa canción? —Dijo Liam, de nuevo incordiando.
—De Sophia Hale. —Entré en la cocina.
—¿Sophia Hale? No me suena.
—A veces me pregunto si eres tonto o simplemente te lo haces. Eres un puto desperdicio humano.
—Pero estoy bueno.
—Eso es algo que podriamos discutir larga y tendidamente.
—Ahora enserio. ¿Es tuya esa canción?
—Si. —Me serví un vaso de zumo.
—Cantame mas.
—Otro dia, por tu culpa ahora tengo el tema de Taylor Swift metido a presión en el cerebro.
—Sirveme un vaso. —Dijo cambiando el tema.
—Ten. —Se lo di. —¿Tienes pensado salir hoy?
—Tengo algunos asuntillos que atender... —El sonido de su teléfono lo interrumpió. Era un mensaje de texto, y, al parecer, nada agradable. La cara de Liam era épica.
—¿Alguna folla amiga te ha dado plantón?—Pregunté con cierta gracia en el tono de voz.
—Pues no lista. —Me lanzó una mirada asesina. —Ahora por tu culpa no podré salir.
—¿Por mi culpa?
—Si, tengo que quedarme aquí para vigilar que el imbecil de Ashton no venga y te viole o algo.
—¿Ashton?

Una imagen muy bonita de una chica muy bonita, ¿no crees? Ashton.

Junto al mensaje, había adjuntada una foto mía en ropa interior. Abrí los ojos hasta el punto en el que sentí como se me salían de las órbitas.
—¿Me comprendes ahora? —Dijo guardando el móvil.
—¿Quién es Ashton?
—Un cabron.
—Tenemos que ir a la policía.
—Nah, olvídate, perro que ladra no muerde. Borraré el mensaje, pero, eso si, me quedaré con la foto. —Dijo sonriendo como un acosador.
—Más te vale que no. —Dije poniendo mi dedo índice en su pecho de forma acusadora. —Liam... Ya que no tengo otra opción que dejarte vivir aquí... Quiero saber algo sobre tu "trabajo"
—¿Qué quieres saber?
—¿Has matado a alguien?
—No. Una vez estuvimos a punto pero fue atendido rápidamente por los paramédicos.
—¿Hablas enserio?
—Sophia, la vida que llevamos Zayn y yo no es nada bonita, sobre todo para una chica como tú, o Beca. Nuestro mundo se mueve demasiado deprisa.
—¿Beca es la novia de Zayn?
—Eso creo.
—Y... ¿Que tengo yo que ver en esa frase?
—No... Nada. Sólo era un ejemplo... No me atosigues.
—¿Que he hecho yo ahora?
—Dejalo.
—Vale vale, Don cascarrabias. ¿Te han disparado alguna vez?
Se levantó del sofá y se quitó la camiseta. Me mostró una pequeña cicatriz en la parte inferior de su abdomen. Me atreví a acariciarla. La piel de Liam era tan suave... ¿Quién habría sido capaz de dispararle?
—Una movida con el tipo del que te hablé antes. —Dijo respondiendo mi duda, como si hubiera leído mi mente.
—¿Ashton?
—Exacto. —Se bajó la camiseta. Tapandome la excelente vista de su abdomen bien formado, MUY bien formado.
—¿Y a Zayn? —Pregunté.
—Zayn tuvo más suerte que yo. —Se sentó. —¿Alguna pregunta más?
—¿Haces esto por que quieres?
—Al principio no.. Tengo hambre. —Dijo cambiando de tema. —¿Que hay en la nevera?
—Busca algo..

(...)

Capítulo 9.

Narra Beca

Estaba en mi habitación, rayandome la cabeza con todo lo de Zayn. Me estaba petando el WhatsApp pero no me atrevía a contestarle. No tenía el valor de actuar como si no hubiera sucedido nada, aunque para él seguramente sea así.
—Rebeca, voy a dar una vuelta con Diana, ¿Te apetece venir? —Me preguntó mi tía entrando en la habitación sin previo aviso.
—No, ir tranquilas, no tengo pensado salir.
—Llámame si lo haces. —Dijo y se marchó.
En la pantalla de mi móvil apareció una llamada entrante. Adivinar de quién. Inhale, exhale, y contesté.

—¿Diga?
—Porfin das señales de vida princesa. ¿Estás en tu casa?
—He estado ocupada... Si, aquí estoy.
—Tenemos pendiente ese helado...
—Quizas otro día. No me apetece salir hoy. Discúlpame.
—Estás extraña... ¿Pasa algo?
PUES CLARO QUE PASA ALGO MALDITO IDIOTA. Claro, el viviendo su vida tan tranquilo y yo aquí, rayada hasta el culo.
No, sólo me duele un poco la cabeza. Nos vemos otro día.

Narra Zayn

Me estaba evitando, eso era mucho más que evidente. En algún momento ambos tendríamos que afrontar esto y hablar con la verdad. ¿Mi verdad? Lo cierto es que aún no la sabía con certeza. Lo único que tenía claro es que Beca me gustaba y mucho.
Es obvio que yo a ella no le atraigo ni lo más mínimo. Esa forma en la que se alejó de mi... Parecía tenerme miedo, o asco. O asco mezclado con miedo. No puedo culparla, no soy ningún ángel, y si lo fuera sería un ángel caído.
Salí a dar una vuelta, a despejarme las ideas. Lo único que conseguí fue pensar más y más en ella. Si mi cerebro proyectara imágenes, la gente me tomaría por un psicópata obsesionado con ella.
Iba pasando por un parque, cuándo reconocí a Diana. Iba de la mano de una mujer. Supongo que será la tía de Beca, y ella no estaba por ninguna parte... Ahora o nunca.
Caminé, o, más bien, corrí hasta su casa. La luz de su habitación estaba encendida.
Escale hasta llegar a su terraza, no fue complicado, estaba bastante baja y era accesible, algo que me preocupa, ya que puede entrar cualquiera...
—¿Que diablos haces aquí? —Preguntó alterada. La había asustado.
—Necesitaba hablar contigo y el móvil no es una opción. —Me encogi de hombros.
—De verdad Zayn, no me siento bien.
—Yo tampoco.
—¿Tú? ¿Que te pasa?
—Que tu me estás evitando, y está claro porque.
—Mira Zayn, yo...
—Vale, casi nos besamos. ¿Y qué?
—¿Y qué?
—Si, o ¿es que tu si querías besarme?
—No seas ridículo. Yo tampoco quería..
—¿Tampoco? —Levanté la ceja. —Y... ¿Si te digo que yo si?
—No juegues con esto porfavor.
—No estoy jugando princesa..
Me miró incrédula. Yo sabía que mi "declaración" la iba a sorprender pero no pensaba que tanto... ¿Que viene ahora?
—Beca. —La meci suavemente, ya que se había quedado en puro shock.
—No sé que decir a eso...
—Pues no digas nada. —Le acaricie la mejilla. —Yo se que tu opinas diferente sobre mi, no pasa nada... Sólo quería decírtelo, espero que esto no influya en nuestra relacion, déjame al menos ser tu amigo. —Le besé la frente y me giré para marcharme de nuevo, pero algo me frenó.
—No te vallas... —Me agarró del brazo. Me giré lentamente y la miré. —Yo... Siento lo mismo. —Susurró.
—¿De verdad?
—Si... —Dijo mirando al suelo. Le agarré la barbilla y le levanté la cara.
Junte nuestras frentes, analizando que haría a continuación.
—¿Que pasaría si te beso? —Pregunté.
—Descubramoslo. —Dijo rozando nuestras narices.
Sonreí y fuí acercandome lentamente. Nuestras respiraciones se mezclaban. Roce mis labios con los suyos, mucho más intensamente que la última vez. Puse ambas manos en sus mejillas y, cuándo iba a unir nuestros labios...
—Rebeca, ya hemos llegado. ¿Estás en tu habitación? —Gritó la tía de Beca.
—Tienes que marcharte. —Dijo empujandome hacia la ventana.
—¿Nos vemos mañana?
—Si, si, si. Vete, por favor.
—Adios. —Le besé la mejilla y salí rápidamente a la terraza.

(...)

domingo, 9 de marzo de 2014

Capítulo 8.

Narra Beca

¿Que cojones acababa de pasar? ¿Como volvería a mirar a Zayn a la cara después de eso? Vale, que sólo ha sido un roce de labios y tal pero... Pero joder, es que por un momento sentí la necesidad de besarlo. NO, SACA ESOS PENSAMIENTOS DE TU CABEZA. No. Zayn es tu amigo, los amigos no se besan, ni se gustan ni nada. Pero es que es tan guapo y tan atento y y y. Estoy hecha un lío, me encantaría poder saber que se está pasando por su cabeza en estos momentos...

Narra Zayn

No podía dejar de revivir aquel momento, el momento en que sus labios estuvieron en contacto con los míos. Aún sigo sintiendo corrientes de electricidad recorriendome de arriba a abajo. Puede que si me guste Beca... Creo que me gustó desde el primer día en el que la vi. Recuerdo que me dirigía a casa de Harry a cobrar unos asuntillos cuando la vi. Parecía una muerta de lo blanca que estaba a causa del frío, aún así, algo hizo que parara el coche y me alegro de haberlo hecho.
En muy poco tiempo me he acostumbrado a perderme en esos enormes y preciosos ojos azules y ya no imagino pasar ni un día sin verlos. Ojalá supiera que está pensando ella en este momento...

Narra Liam

He de admitir que la casa de Sophia era bastante cómoda. Monté allí mi campamento y me negué rotundamente a abandonarlo, poniendo la excusa de que no tenía como volver a casa por su culpa.
—Ya que te vas a quedar aquí de por vida podrías ayudarme con las tareas. Que menos que eso.
—No voy a quedarme aquí de por vida. Puede que unos cuantos meses, mientras hago que te enamores de mi.
—¿Yo de ti? JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.
—Ríete ahora. Luego lloraras.
—¿Qué?
—Te voy a contar como va la cosa... Tú te vas a empezar a enamorar de mi hasta el punto en el que incluso te dolerá. Yo jugaré contigo, porque eso es lo único que busco, un juguete. Nuestra "relacion" se basará sólo en el sexo y tu no te quejaras, porque me amaras tanto que soportaras lo que sea para estar junto a mi. —Dije con aires de superioridad.
—Bonita historia, deberias hacerte escritor de cuentos ficticios.
—¿Quieres apostar?
—Lo que quiero es ponerte una pinza en la nariz y meterte el recogedor por la boca hasta que dejes de moverte y, por lo tanto, de incordiarme.
—Pero que agresiva... Ya te domare durante el tiempo que pase aquí.
—¿Perdona?
—Perdonada. Niña, esto te conviene tanto como a mi. Tu no tienes dinero para pagarme mi coche y yo no tengo casa fija. Me tomaré esto como un pequeño adelanto.
—Mira tío, o sales de aquí o llamo a la policía.
—Bien, ve a la policía. Les encantará saber que me encontraste en un callejón con la memoria perdida y que me has traido aquí para aprovecharte de mi.
—Porfavor... Eso no hay quién se lo crea.
—¿Que...? ¿Quién eres? ¿Que hago yo aquí? —Dije haciéndome el aturdido.
—Imbecil.
Sonó el timbre y Sophia fue a abrir.
—Eres una maldita perra. —Dijo una voz grave. Oh oh, el novio abandonado ha vuelto para reclamar venganza. Me levanté del sofá y me dirigí hacia la puerta, para crear tensión.
—Yo... Déjame explicarte...
—Ni se te ocurra hablar... —Tenía la mano ievantada, iba a pegarle.
—Eh, eh. Baja la mano bonito. Nadie va a tocar a Sophia mientras yo esté presente. —Dije poniéndome en medio.
—¿Por eso me dejaste tirado? ¿Para venir a casa a tirarte a este? Eres una zo...
—Haber, te calmas. Para empezar yo me tiro a las chicas, no las chicas a mi y ni siquiera fue esa la razón para que Sophia te dejara allí.
—No me vengas con mamonadas idiota. —Me dió un empujón haciéndome toparme de golpe con Sophia. Sin querer le hice daño. Aquello me cabreó. Se iba a enterar ese muñeco Kent.
—¿Sabes que? Te voy a contar todo lo que tu querida novia y yo hicimos anoche. Primero me la traje a casa, me deshice de su ropa y estuvimos TODA la noche en acción, haber si me comprendes. Tu noviecita es toda una fiera tío.
—Te voy a matar.
—Sh, sh. —Lo paré. —Te me largas de aquí ahora mismo. Venga. —Dije empujandolo hacia la calle.
—Las cosas no se quedarán así Sophia, tenlo claro. —Dijo antes de marcharse.
Me giré hacia ella. Tenía sangre en la cabeza, ya que la inercia de mi cuerpo la había hecho darse un golpe contra la pared.
—¿Estás bien?—Le pregunté mirando aquel corte.
—Me has hecho quedar como una zorra.. —Musito.
—Se lo merecía. —Me defendí.
—Claro, como tu no tienes que ir a la Universidad...
—Será mejor que te cure ese golpe.

(...)