miércoles, 5 de marzo de 2014

Capítulo 3.

De nuevo, el sonido del despertador taladro mis oídos. Lo apague y me levanté refunfuñando. Esto podría ser casi inhumano. Me puse unos jeans ajustados, una camiseta de lana ancha y una chaqueta, también vaquera, encima.
—Buenos dias. —Dije entrando en la cocina.
—Buenos dias cariño. Te he dejado preparado el desayuno. Tu hermana ya está lista para que la lleves al colegio. Tengo que irme a trabajar. Bye, te quiero. —Dijo de carrerilla. Me besó la frente y se marchó.
Abrí el microondas. El café que me había preparado mi tía sabía a agua sucia de fregar. Lo tiré por el fregadero. Me pararía en un Starbucks de camino a casa.
—Diana, ¿lista? —Grité.
—Si tata. —Dijo corriendo hasta mi.
—¿Te has lavado los dientes?
—Si.
—Ok, vámonos antes de que se nos haga tarde.
—Tata, ¿me llevas a casa de una amiga después del colegio?
—¿Que amiga es esa?
—Se llama Faith.
—¿F-Faith? —Me quedé pensando. Zayn me había comentado que su sobrina se llamaba Faith. —No sé cariño, ya veremos.
Llegamos a la puerta de la escuela. Despedí a Diana y me dispuse a volver a casa. Iba saliendo del recinto del colegio cuando vi a un chico correr a toda leche hacia mi. Traía a una niña en hombros. Era Zayn.
—Corre, corre o llegarás tarde. —Le dijo, agitado de correr.
La niña, que porcierto, era preciosa, salió corriendo y la profesora la recibió con una sonrisa.
—¿Se te han pegado las sábanas? —Pregunté con cierta gracia en mi tono de voz.
—La verdad es que si. —Dijo recobrando la respiración. —Ni si quiera he desayunado.
—Pues la verdad, yo tampoco. Y no por falta de tiempo. Bueno, ya nos veremos. —Me despedí.
—Espera. —Me agarró el brazo impidiendo que me marchara. —Hay un Starbucks a la vuelta de la manzana. Podemos ir, si te apetece. Yo te invito.
—La verdad no se... —Dije insegura.
—Vamos, ya te he demostrado que soy de fiar. ¿Vienes?
—De acuerdo.
Comenzamos a caminar tranquilamente. Zayn me contó un poco de su vida. Resulta que no vivía sólo, si no que compartía casa con su hermana y su sobrina. Sus padres viven en Miami actualmente.
—¿No me vas a contar nada sobre ti? —Preguntó.
—No hay mucho que contar. Tengo veinte años, vivo con mi hermana pequeña y con mi tía y... —Me quedé pensativa. —Antes vivía en Washington.
—¿Y tus padres?
—Mi padre murió y mi madre... Se quedó en Washington. Su forma de superar la muerte de mi padre fue acostarse con unos y otros. Decidí que ya era suficiente, mi hermana no tenía por que criarse en un ambiente así... Llamé a mi tía y vivimos en Irlanda una pequeña temporada, hasta que le ofrecieron un trabajo aquí, en Bradford y nos mudamos.
—¿Tienes sueños o algo por el estilo?
—Una pregunta un poco rara... Pero sí. Me gustaría vivir en Londres, tranquilamente y sin ninguna preocupación. Me gustaria que mi madre volviera a ser la que fue y... No sé... Quizás conocer a alguien que me haga olvidar toda esta mierda, aunque sólo sea por unos minutos. Básicamente... Quiero tener una vida feliz y normal.
—A mi también me gustaría... Quizás tu puedas lograrlo algún día pero yo... Digamos que mi futuro se ve negro. —Dijo eclipsado en la mesa.
— Sus pedidos. —Dijo un camarero dejando una bandeja encima de la mesa.
—Gracias. —Sonreí y tomé mi café.
—¿Has tenido novio alguna vez? —Preguntó Zayn de repente.
—¿Tan fea me ves que no crees que exista esa posibilidad? —Dije riendo.
—No, me has entendido mal. Es simplemente... Curiosidad.
—Pues si, tuve un novio formal hace un tiempo. He tenido otras cosas antes, ya sabes, ligues de adolescentes... Nada serio. ¿Y tu? ¿Has tenido novia?
—No... He estado con chicas y tal pero... Nunca me he sentido lo suficientemente atraído por ninguna como para pedirle ser mi novia.
—¡Hey bro! —Gritó un chico castaño desde lejos.
—¡Liam! Acercate. —Le respondió Zayn.
—Wow, hola. —Dijo mirándome con una sonrisa pervertida. —Soy Liam, ¿y tu, preciosa?
Me removi incómoda en el asiento.
—Rebeca. —Respondí.
—Un bonito nombre para una bonita chica. —Me guiño el ojo.
—¿Hola? ¿Puedes parar de coquetearle? —Le dijo Zayn en tono de amenaza.
—Uy, lo siento. No sabía que estabais en algo...
—Nosotros no... —Iba diciendo hasta que Zayn me corto.
—¿Has sabido algo de aquel asunto?—Le preguntó.
—Em, si, vengo a avisarte de que esta noche tenemos un evento en la casa de Acuario.
¿Que mierda...? ¿Estaban hablando en clave o algo? Obvio deberían estar hablando en clave. ¿Existe alguna persona llamada Acuario en el mundo? Lo dudo. La pregunta que me rondaba la cabeza era... ¿Que ocultan estos dos?
—Eh... De acuerdo. —Dijo Zayn y le hizo una señal con la mano para que se marchara.
—Bueno, adios chicos. Siento lo de antes Rebeca. —Dijo y se marchó, pero no llegó muy lejos.
Se escuchó un estruendo. Zayn y yo nos levantamos asustados.
—¿Pero que leches...? —Dijo Liam acelerando el paso.
Una chica le había chocado el coche.
—Mujer tenías que ser... Mira lo que le has hecho a mi precioso mercedes. —Dijo Liam sobando al coche.
—¿Pero que demonios dices? Sólo a un idiota como tu se le ocurre dejar el coche en doble fila. Te mandaré la factura del taller. —Dijo la morena.
—¿Pero que me estás contando? Tu eres quien tiene que pagar mi reparación.
—Ey, chicos, tranquilos. —Dijo Zayn metiéndose en la conversación.
—¿Tranquilos? Dile al imbécil de tu amigo que se aprenda las leyes de circulación. —Dijo de nuevo la morena.
—Aprende tú a conducir. —Dijo Liam. Ahora tenía posadas las manos en su propia cintura. Tenía la vena de la frente saltada. No lo conozco pero diría que está cabreado.
—Yo sé conducir, no com... —Iba diciendo la chica, hasta que un disparo la interrumpió. Un disparo al aire.
Miré a Zayn asustada. El me correspondió la mirada y le cuchicheo algo a Liam en el oído.
—Tenemos que irnos. —Me dijo Zayn agarrandome del brazo.
—¿Pero que pasa con mi coche? —Preguntaron Liam y la chica al tiempo.
Zayn le hizo una señal a Liam y este cogió a la chica y la puso en sus hombros. ¿Que estaba ocurriendo?

(...)

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