Narra Zayn
Estaba plácidamente dormido, cuando escuché los gritos de una niña acompañados por unas pisotadas en mi habitación. ¿Quién era la niña? Mi sobrinita Faith.
—Vamos tío Zayn, me prometiste que me acompañarias al colegio hoy... —Dijo tirando insistentemente de mi brazo.
—Unos minutos más peque, anoche no dormí nada...
—No tenemos tiempo. —Dijo con un puchero. Yo sólo sonreí y me senté en la cama.
—Ve a prepararle unas tostadas a tu tío, anda.
—Voy, pero no tardes. —Dijo corriendo hacia la cocina.
Me puse unos vaqueros, una sudadera gris y unas deportivas blancas. Mi cara era un poema, mis ojeras eran mas que notables... Me había pasado la noche esperando ha esos cabrones en el puerto y nunca aparecieron. Me lave la cara y los dientes. Cuándo salí a la sala, me encontré a mi hermana Alexandra, sentada en el sillón con cara larga.
—Buenos dias Alex. —Dije y le besé la mejilla.
—¿Dónde estuviste anoche Zayn? Me he pasado la noche en vela preocupada por ti.
—Ya te he dicho que no lo hagas. Mi trabajo es así.
—Zayn, eres mi hermanito. ¿Como pretendes que no me preocupe por ti? Madura de una vez, tienes veintiún años ya. —Se levantó a recoger la mesa.
Yo me limité a pegarle un bocado a mi tostada. Me las comí rápidamente y llevé a Faith al colegio.
—Que tengas un buen día. —Dije besandole la mejilla.
—Igualmente tío Zayn. —Dijo y se marchó.
Me iba a girar para marcharme a dormir, cuándo escuché una voz que me resultaba un poco familiar. Una voz dulce.
—Diana, ten cuidado. Te vas a caer. —Dijo aquella chica, Beca. Llevaba a una niña pequeña de la mano. —No te metas en líos. —Dijo antes de darle un abrazo. La niña asintió y entró a la escuela.
—Buenos dias princesa. —Dije sonriendo, realmente me alegraba de verla.
—H-Hola Zayn. —Dijo claramente sorprendida.
—Te dije que volveríamos a vernos. ¿Quien era la niña? ¿Tu hermana?
—Exactamente. Y... ¿Que haces tu aquí?
—He venido a traer a mi sobrinita Faith. Tiene cinco años.
—Igual que Diana, mi hermanita.
—Tenemos mucho en común... ¿Ya sabes andar por aquí sin perderte? Si necesitas un guía turístico avísame, te enseñaré esto encantado. —Dije eclipsado en sus grandes ojos azules.
—No, tranquilo. —Dijo rodando los ojos. —Tengo que irme.
—Ya nos veremos, princesa. No te me vallas a perder en el camino a casa, ¿eh?. —Le grité. Beca me enseñó su maravilloso dedo del medio y continuó su camino.
Yo simplemente me reí. Una chica buena, guapa, dulce y de un muy buen cuerpo. Esas son las más peligrosas. Cuándo te das cuenta te tienen atrapado entre sus redes, eres un zombie que sólo respira por y para ella. Aunque bueno, me arriesgaria si tuviera que hacerlo. Esos labios suyos parecen tan suaves...
Agite la cabeza para quitarme estos pensamientos ñoños y caminé de vuelta a casa, para seguir hibernando. Obviamente no sin antes fumarme un cigarro, los hijos de puta del contrabando me tenían nervioso. ¿Que tal si la policía los había atrapado y por eso no vinieron?. Dejé mi móvil encima de la mesilla y me acosté.
—Carajo Zayn, son las ocho de la tarde. Despierta y cena algo almenos. —Gritó Alexandra quitandome las sábanas de encima.
—¿Las ocho? —Me frote los ojos. —¿Por qué no me has despertado antes?
—Tal vez porque estaba trabajando... —Dijo obvia. —He hecho sopa de pollo para cenar. Arriba vago.
—Vooooy. —Dije haciéndome el remolon.
Miré el móvil. Ninguna llamada. Abrí el Whats App y le pregunté a Liam si había sabido algo de... "nuestro negocio", estaba tan falto de noticias como yo.
Me di una ducha, me puse un simple chándal y salí a comer algo. Ayudé a Faith a hacer la tarea y la acosté. Iba a tirarme al sofá a ver una película, pero un WhatsApp me hizo cambiar de opinión.
Recogeme a las 12:30, el cargamento llega a las 2:00. Liam.
Siguieente:') Estoy es demasiado perfect para mí*-*
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