lunes, 31 de marzo de 2014

Capítulo 14.

Narra Zayn

Definitivamente Liam es todo un idiota. Llegó corriendo con Sophia apenas dos minutos antes de embarcar.
—Menos mal que te he avisado con dos horas de antelación. —Le dí una colleja.
—No ha sido mi culpa. —Se quejó mientras se sobaba la nuca.
—Llevale las maletas a Sophia, no seas inútil. —Dije negando con la cabeza. Me hacía perder los nervios.
—¿Todo bien? —Pregunto Beca cogiendome la barbilla.
—Si, es Liam, que me extresa. —Dije con cierta gracia en mi tono de voz. Me abracé a ella y la besé.
Rápidamente nos montamos en el tren camino a Londres. Entre que Liam y Sophia divertían el ambiente con sus estupideces, Harry y Michelle que se miraban con recelo y se soltaban alguna que otra barbaridad y Beca, que estaba haciendo planes para cuando llegaramos, fue un viaje relativamente corto. La cosa es que Harry, Liam y yo teniamos nuestros propios planes. ¿Que haríamos con las chicas? No podemos llegar y decirles: "Ey, que nos vamos a entregar una mercancía a unos mafiosos, no nos esperéis para cenar y no salgais de aquí".
En cuanto llegamos, Harry y Liam se fueron a encargarse de un asunto relacionado con el trabajo, mientras que yo acompañé a las chicas al hotel. Esta vez Jack se había portado. Un cuatro estrellas en el centro de Londres, nada pero que nada mal.
—Zayn esto es hermoso. —Dijo Beca mirando a su alrededor. —No deberias haberte gastado tanto dinero. —Se cruzó de brazos.
—Tranquila, es el regalo de... Un... Amigo. —Dije sonriendo. —Chicas, yo me quedaré con Beca, Michelle, tú con Harry y Sophia con Liam.
—¿Yo con Liam? Estás de broma.
—No, él lo ha decidido así. —Dije con toda la naturalidad del mundo.
—Pues dile a tu amigo el troglodita que yo decido por mi misma.
—Díselo tú, de momento iros a vuestras habitaciones. —Les entregue la tarjeta. —Luego veremos que se puede hacer.
Las chicas asintieron de mala gana y se marcharon.
—No sé si deba quedarme contigo. —Dijo Beca riendo.
—¿Por qué? Si yo soy un angelito. —Bromee.
—Si, uno caído. —Dijo y me cogió de la mano para llevarme al ascensor.
No me lo pensé dos veces y la besé con ganas, sin prestarle atención alguna a los dos hombres trajeados que estaban con nosotros en el ascensor. La cara de Beca era un poema.
—Como se te ocurre tonto. —Dijo una vez que aquellos tipos se habían marchado.
—No pasa nada princesa. —Dije riendo y volví a besarla.
Llegamos a la puerta de la habitación, fuí yo quién la abrí, dejando ver una suite casi de lujo. Había un gran ventanal desde el que se podía ver el London Eye.
—No sé como agradecerte esto Zayn.—Murmuró mirando las vistas boquiabierta. Sonreí y la abrace desde la espalda, poniendo mi cabeza en su hombro.
—¿Te gusta? —Pregunté en un susurro.
—Es perfecto... —Se giró y me abrazó.
—Tú si que eres perfecta. —Le acaricie la mejilla y me dediqué a observarla en silencio. ¿Como había podido a llegar a significar tanto para mi en apenas unas semanas?
—¿Que? ¿Tengo algo en la cara? —Dijo tocándose por todas partes.
—No, sólo me gusta mirarte.
—No digas tonterías anda. —Se rió.
La cogí tal que a un bebé y me tiré a la cama con ella. Lo único que hacíamos era reírnos.
—Ok, ya.—Se incorporó levemente. —¿Podemos ir a visitar Londres?
—Eso será mañana, hoy me apetece hacer otras cosas. —Sonreí.
—¿Que cosas Malik? —Entrecerro los ojos.
—Las que usted quiera.
—Okey, pero sólo por hoy. No te acostumbres. —Se subió encima de mi y me besó.
Fue bajando desde mis labios hasta el cuello, dónde dejó una pequeña marca.
—¿Y eso? —Dije riendo.
—Ya sabes, para mantener alejadas a las bitches.
—Yo también quieero. —Dije y nos rodé, quedando encima de ella.
Besé su cuello para después dejarle  una marca bastante notable. Me miró mal cuándo lo vio.
—Tendré que usar un pañuelo. —Bufo.
—Ey, ¿y yo qué?
—A ti te queda sexy, a mi me queda... No sé, extraño.
—Pues a mi me parece muy... Irresistible. Si, definitivamente.
Alguien llamó a la puerta de nuestra habitación.

(...)

domingo, 23 de marzo de 2014

Capítulo 13.

El ave saldría en dos horas. Me despedí de Alex y Faith y fuí a recoger a Beca. No sé como logró convencer a su tía para que la dejara venir, desde luego esta chica puede volver loco a cualquiera.
Llamé al timbre. Al segundo toque la puerta se abrió, dejando ver a mi preciosa novia. Sonreí al instante. Estaba más que hermosa. Tenía puesto un vestido palabra de honor blanco, una chaqueta vaquera y unas votas marrones.
El pelo totalmente liso y casi nada de maquillaje. ¿Podría estar más perfecta? Para mi por lo menos no.
—Tía, me voy ya. —Gritó y cerró la puerta detrás de sí. Cogí su maleta y la guíe hasta mi coche.
—Estás guapísima. —Dije abriendole la puerta del copiloto.
—Tú más. —Sonrió y me besó la mejilla antes de entrar en el coche.
Mi sistema nervioso se alboroto completamente.
Tomé mi asiento y conduci hasta la estación. Harry y Michelle nos estarían esperando allí. Espero que también esté Liam.
Reconocí a lo lejos la cabellera de Harry, estaba discutiendo con una chica, supongo que esa chica era Michelle.
—Hey —Dije para acernos notar.
—Hola chicos. —Dijo Harry. —Tu debes de ser Beca.
—Si. —Respondió mi chica.
—Yo soy Harry y ella es Michelle, la hija de mi jefe. —Dijo con cierto rintintin.
—¿Habéis visto a Liam? —Pregunté.

Narra Liam

Terminé de hacer la maleta y baje al salón. Estaba viendo la televisión tranquilamente cuándo escuché unas pisotadas en las escaleras.
—Liam, tienes que ayudarme. —Dijo Sophia.
—¿Que pasa?
—Damon, está fuera. —Dijo cerrando las cortinas de todas las ventanas del salón.
—¿Y por eso estás así? —Pregunté sin darle importancia alguna.
—¿Te paracen poco suficientes mis motivos? —Me fulmino con la mirada. —La culpa es tuya, ayúdame.
—Y qué quieres que le diga.
—Yo que sé, inventante algo. —Me dejé empujar hasta la puerta. —Porfavor. —Dijo mirándome con cara de perrito degollado. No pude negarme.
Salí al exterior, Damon estaba apoyado en su coche, con unas gafas de sol oscuras. ¿Se creía guay? Me reí de lo patético que se veía y caminé hasta él.
—¿Que te pica con mi chica? —Pregunté.
—¿Tú? —Bufo.
—Yo. Creí que había sido claro contigo.
—¿No te cansas de fastidiar? ¿Por qué no te piras de la vida de mi novia?
—¿Tú novia? Yo creo que no. Espabila tío, ahora está conmigo.
—Eso no hay quién se lo crea chaval. Sophia nunca estaría con un don nadie como tú.
—Estuvo contigo. —Me encogi de hombros. —Mira tío, tengo prisa. Sophia y yo nos vamos de viaje. No vuelvas a molestar.
—Sólo lo dices para alardear.
—¿Eso crees? —Asintió.
Llamé a Sophia.
—¿Que pasa? —Dijo mirándome confundida.
La tomé de la cintura y la atraje hasta mi. Ella me miró extrañada.
—Vamos a demostrarle a tu querido ex novio que ahora estás con papi. —Dije y acerqué mi cara a la suya. Al principio se hizo un poco para atrás. Puse mi mano en su nuca y la besé fieramente. Introduje mi lengua en su boca y profundice aún más el beso.
—Ya podéis parar. —Dijo Damon.
Ningúno le hizo caso. Me sentía bien besandola, no iba a parar de hacerlo sólo porque a aquel idiota le molestara.
Nos separamos lentamente. Ningúno decía nada, sólo nos mirábamos a los ojos.
—Sois asquerosos. —Dijo, se montó en el coche y se marchó.
—Adiós. —Dije y me separé de Sophia. Me aclaré la garganta. —¿Has terminado la maleta?
—Si..
—Tenemos 15 minutos para llegar a la estación. Zayn nos va a matar... ¡corre, será mejor que nos demos prisa!

(...)

lunes, 17 de marzo de 2014

Capítulo 12.

Narra Liam

El sonido de "We are never getting back together" me despertó, de tal forma que me caí de la cama hinchable que me había "dejado" Sophia.

–¿Quién cojones es? —Bufe, estaba de mala leche.
—Payne, nos vamos a Londres. —Era Zayn.
—¿A qué?
—A un trabajo. Yo me voy a llevar a Beca. Siempre ha querido ir a Londres y además no me fío de Ashton. ¿Te traeras a Sophia?
—JAJA, no. Que se las arregle. Necesito desconectar de ella unos dias.
—Creo que es ella la que necesita desconectar de ti... Tu y tu conciencia allá. Harry viene con nosotros.
—¿Styles?
—¿Conoces a otro Harry?
—No. —Bufe.
—Pues eso. Salimos en tres horas.

Me levanté del suelo y camine hasta el cuarto de baño. Me duche, me puse unos boxers, una toalla alrededor de estos y salí a desayunar algo. Sophia ya estaba levantada.
—¿Sabes que existe una cosa que se llama ropa? —Pregunto tapándose los ojos.
—Da gracias a que no he salido desnudo niña. Preparame el desayuno.
—Claaro que si. —Se giró.
—No me vengas con sarcasmos y no te quejes. No tendrás que soportarme a partir de esta tarde. Me voy a Londres.
—¡¿Para siempre!?
—No te entusiasmes. Vuelvo en un par de dias. ¿Quieres venirte conmigo?
—¿Yo? ¿Contigo? JAJAJAJAJA.
—¿No?
—No.
—Te lo había preguntado porque pensé que me ibas a decir que si, en realidad no quiero que vengas pero por el simple hecho de haber dicho que no, lo harás. Ve haciendo las maletas.
—Tío, que contigo yo no voy ni a la esquina.
—Podemos hacer esto de dos formas; por las buenas o al estilo Payne. Tu eliges.
—No puedes obligarme.
—¿Quieres apostar que si?
—Mira peine, no quiero discutir contigo.
—¿Me acabas de llamar peine?
—¿Tienes problemas de oído?
—Esa ha sido la gota que ha colmado el vaso. —La cogí en brazos y la llevé conmigo hasta su habitación. La tiré en la cama y me puse sobre ella.
—¿Que haces pervertido? —Dijo dándome empujones.
—Cállate ya. No te voy a violar ni nada, no me interesa hacerlo. —Dije con aires de superioridad.
—Ay, claro. Por eso me insinuaste que querías acostarte conmigo para "pagar el coche"
—Yo no me acuerdo de eso. —Mentí.
—Claro que te acuerdas peine.
—No me llames peine.
—Peine, peine, peine.
Rodé los ojos y comencé a hacerle cosquillas. Era una chica y no iba a pegarle una hostia ni nada de eso. Ella pataleo para intentar zafarse pero fue inútil.
—Colabora o conocerás mi lado malo. —Me levanté y comencé a sacar su ropa del armario. Casi todo eran jeans o shorts. —¿No tienes ninguna minifalda?
—¿Me tomas por una prostituta? No soy de ese tipo de chica fácil. Como las que te gustan a ti.
—¿Y tu que sabes? Alomejor me gustas tú.
—Claaro, se te nota a leguas.
—Hay algo que si se nota a leguas.
—¿Qué?
—Que te mueres por mi.
—JAJAJA, si, ya.
—Esta toalla está comenzando a estorbarme. —Me la saqué poco a poco observando la manera en la que Sophia mutaba a tomate cherry. Se relajó un poco cuando se dió cuenta de que debajo llevaba unos boxers. Comencé a reirme y continúe con mi tarea.

Narra Sophia

Liam no paraba de caminar de un lado para otro de la habitación. Estaba haciéndolo a propósito. Mis ojos se iban directos a su trasero, no podía evitarlo.
—Me siento violado. Deja de mirarme el culo. —Dijo Liam de repente.
—No lo hacía. —Me defendí, pero mis mejillas rojas me delataron.
—No lo niegues. —Me guiño un ojo y yo rodé los míos. —Ya he hecho tu maleta, ahora haré la mía. Guarda lo que necesites, porque te aviso, vendrás de todas formas. Voy a mi habitación. Tienes dos horas y media para arreglarte.
Asenti de mala gana y peine se largó. En realidad me hacía mucha ilusión ir a Londres.
Comencé a dar saltitos por la habitación al mismo tiempo que recogía mis cosas en la maleta. Mi supermotivación acabó en cuanto abrí el whatsapp.

Estoy en tu puerta, más vale que salgas. Damon x.

(...)

sábado, 15 de marzo de 2014

Capítulo 11.

Narra Zayn

¿Cómo describir mi estado de ánimo? Creo que no tengo suficientes letras como para expresarlo. Me levanté cantando, a diferencia de todos los demás dias de la semana, del mes y de mi vida.
—Buenísimos dias mi queridísima hermana. ¿Que tal tu vida? ¿Bien? —Dije abrazandola.
—Recapitulemos. Es sábado, son las nueve de la mañana y tu estas feliz de la vida. ¿Tiene esto algo que ver con cierta rubia que yo conozco?
—Pues sí. SÍ SÍ SÍ SIIIIII. —La abracé, haciéndola volar en el aire. —MI rubia.
—Pensé que era tú princesa. —Se burló.
—Mi princesa, mi rubia, mi niña, ni nena, mi reina, mi amor, mi vida y todo lo que tú quieras. —Dije y fuí silvando hasta el cuarto de baño.
Me dí una ducha corta, desayune y salí de casa. Estuve solucionando algunos... "asuntos" y en cuanto terminé fuí a casa de Beca. Llamé al timbre, me abrió ella misma.
—Zayn. —Dijo frotándose los ojos. Acababa de levantarse.
—¿Estás sola?
—Pues sí —Se hizo a un lado. Llevaba puestos unos shorts y una camiseta ancha con un nudo atado a la parte inferior de su abdomen, dejando así un poco de este a la vista.
—Tenemos algo pendiente, no sé si lo recuerdas. —Levanté la ceja.
—Pero que impaciente Malik. —Dijo riendo.
—Ya me has hecho esperar mucho. —La cogí de la cintura y la atraje hasta mi.
—Déjame ducharme al menos. Debo estar a tu altura. —Dijo pasando las manos por mi pecho.
—Usted siempre está a mi altura, y más. —Sonreí y roce nuestras narices. La apreté más a mi cuerpo y acerque mis labios a los suyos.
Comenzó a sonar mi móvil.
—Esto es una broma. —Dije.
—Contesta. —Dijo pasando los dedos por mi pelo. Una muy agradabe sensación.

—¿Si? —Gruñi.
—Malik, soy Jackson. Te necesito para un trabajito.
—¿Puedes llamarme más tarde?
—Claro, sólo dime si cuento o no contigo.
—Eso depende de ti Jack.
–Voy a la cocina. —Dijo Beca y yo asenti.
—Por lo que oigo debes de estar muy ocupado... Luego te digo las condiciones, sólo te adelanto que es en Londres.
—Ok, hasta luego.

Colgué el teléfono y fuí detrás de Beca como un león iría detrás de su presa. Estaba preparando el desayuno. Me acerqué por la espalda y la abracé, dejando algunos besos en su hombro descubierto. Su piel era tan suave y fina...
—Hola. —Dijo poniéndose frente a mi.
—Hola. —Sonreí.
—¿Quieres crepes?
—Las crepes están bien pero... Hay algo que me parece mucho más apetecible.
—Ajá. —Se rió y mordió el labio.
—No hagas eso. —Susurré.
—¿El qué? ¿Morderme el labio?
Asenti muy despacio y me fuí acercando a ella, lenta pero firmemente. Esta vez no iba a permitir ninguna interrupción. Roce nuestros labios y sentí como un escalofrío me recorría de arriba a abajo. Por fin, pose mis labios en los suyos y comencé a moverlos. Era más que fantástico, mejor de lo que había imaginado. El beso se tornó más fiero. La acorrale en la encimera y pose mis manos en su cintura. Ella puso las suyas en mi cuello, y así, continuamos besandonos hasta que no pudimos soportar más la falta de aire.
—Creo que podría acostumbrarme a tus labios. —Dijo sonriendo.
—Sé que te encantan.
—De hecho si.
Sonreí y la besé de nuevo. Sus besos eran adictivos.
—Las crepes. —Dijo separándose. —Por poco.
—Eres una pésima cocinera. Se te han turrado todas. —Me burle.
—¿Y de quién es la culpa?
—Tuya. —Dije riendo.
Rodó los ojos y sirvió el desayuno. Arregló el desastre de crepes con un poco, bastante, de caramelo. Se escucharon unos fuertes pisotones por toda la casa. Diana apareció en la cocina corriendo.
—Buenos dias. —Dijo.
—Hola peque. —Dije.
—¿Quieres desayunar? —Le preguntó Beca.
—Si, tengo hambre.
—Te preparare el cola cao.
—Ven aquí. —Dije y la senté sobre mis rodillas. —¿Te gustaria ir a un parque de atracciones con Faith, Beca y conmigo?
—¡Si! —Dijo entusiasmada.
—Zayn. —Me riño Beca.
—¿Que? Realmente podríamos ir. Es sábado y ningúno tiene nada que hacer. Vamos.
—No sé, quizás a mi tía no le parezca buena idea. Puede que el próximo fin de semana.
—Joo. —Se quejó Diana.
—Tómate el desayuno anda. —Le sirvió el cola cao y los cereales.
—Abre la boca que viene el avión. —Dije dándole una cucharada.
Tardamos una media hora en desayunar, ya que Diana y yo nos dedicabamos a jugar con la comida. Una vez terminamos, Diana fue a jugar a su habitación.
—Seras un buen padre. —Dijo Beca de repente.
—Eso espero. —Sonreí. —Ahora mismo lo único que me importa es ser un buen novio. —Le guiñe el ojo.
—Lo serás. —Sonrió. —¿Te apetece quedarte? Mi tía siempre sale temprano los sábados y no vuelve hasta la madrugada. Bueno, si no tienes nada que hacer...
—Hoy soy completamente tuyo. Bueno, hoy y siempre. —La abracé y nos tiré al sofá, quedando encima de ella.
—Pero que poético. —Rió.

(...)

lunes, 10 de marzo de 2014

Capítulo 10.

Narra Sophia

Estaba plácidamente dormida, hasta que escuché los bufidos de alguien en el salón. Parecía que estaban estripando a un gato de goma.
— I don't know about you but im feeling 22 Everything will be alright if you keep me next to youuuuuuu. —Gritaba Liam. 
—Taylor Swift. ¿Enserio? Es inquietante a la vez que extresante. Son las nueve de la mañana, y es sábado.
—You don't know about me but I bet you want to Everything will be alright if we just keep dancing like we're 22, 22 —Dijo obligándome a bailar con el, cómo lo harías con tu abuela.
Me solté de el y apagué la musica.
—Eh. —Se quejó.
—Ni eh ni ah, ni oh. Vete a darte un paseo o algo.
—Estaba haciendo mi rutina de ejercicios matutinos. Si tu tienes a Taylor Swift en el iPod no es mi culpa.
—¿Ahora resulta que eres Swifti? —Solté una gran carcajada.
—No te rias de Taylor. Es mi futura esposa.
—Voy a darme una ducha. —Dije ignorandolo completamente. Ya tenía bastante con tener que soportarlo aquí en MI casa. Y encima Taylor Swift. No podía ser Demi Lovato. No es nada personal pero... No me agrada demasiado. ¿Por qué sigo pensando en Taylor? OLVIDALO O TE TRAUMARAS. La imagen de Liam azotando el culo mientras cantaba se reproducía en mi cabeza. Me estaban entrando arcadas.
Me duche y adecente un poco para después bajar a desayunar.
— Baby, you sound good to me Baby, you sound so good to me Mm-m-mm like a melody Baby, you sound good to me —Canté mientras bajaba las escaleras.
—Bonita voz. ¿De quien es esa canción? —Dijo Liam, de nuevo incordiando.
—De Sophia Hale. —Entré en la cocina.
—¿Sophia Hale? No me suena.
—A veces me pregunto si eres tonto o simplemente te lo haces. Eres un puto desperdicio humano.
—Pero estoy bueno.
—Eso es algo que podriamos discutir larga y tendidamente.
—Ahora enserio. ¿Es tuya esa canción?
—Si. —Me serví un vaso de zumo.
—Cantame mas.
—Otro dia, por tu culpa ahora tengo el tema de Taylor Swift metido a presión en el cerebro.
—Sirveme un vaso. —Dijo cambiando el tema.
—Ten. —Se lo di. —¿Tienes pensado salir hoy?
—Tengo algunos asuntillos que atender... —El sonido de su teléfono lo interrumpió. Era un mensaje de texto, y, al parecer, nada agradable. La cara de Liam era épica.
—¿Alguna folla amiga te ha dado plantón?—Pregunté con cierta gracia en el tono de voz.
—Pues no lista. —Me lanzó una mirada asesina. —Ahora por tu culpa no podré salir.
—¿Por mi culpa?
—Si, tengo que quedarme aquí para vigilar que el imbecil de Ashton no venga y te viole o algo.
—¿Ashton?

Una imagen muy bonita de una chica muy bonita, ¿no crees? Ashton.

Junto al mensaje, había adjuntada una foto mía en ropa interior. Abrí los ojos hasta el punto en el que sentí como se me salían de las órbitas.
—¿Me comprendes ahora? —Dijo guardando el móvil.
—¿Quién es Ashton?
—Un cabron.
—Tenemos que ir a la policía.
—Nah, olvídate, perro que ladra no muerde. Borraré el mensaje, pero, eso si, me quedaré con la foto. —Dijo sonriendo como un acosador.
—Más te vale que no. —Dije poniendo mi dedo índice en su pecho de forma acusadora. —Liam... Ya que no tengo otra opción que dejarte vivir aquí... Quiero saber algo sobre tu "trabajo"
—¿Qué quieres saber?
—¿Has matado a alguien?
—No. Una vez estuvimos a punto pero fue atendido rápidamente por los paramédicos.
—¿Hablas enserio?
—Sophia, la vida que llevamos Zayn y yo no es nada bonita, sobre todo para una chica como tú, o Beca. Nuestro mundo se mueve demasiado deprisa.
—¿Beca es la novia de Zayn?
—Eso creo.
—Y... ¿Que tengo yo que ver en esa frase?
—No... Nada. Sólo era un ejemplo... No me atosigues.
—¿Que he hecho yo ahora?
—Dejalo.
—Vale vale, Don cascarrabias. ¿Te han disparado alguna vez?
Se levantó del sofá y se quitó la camiseta. Me mostró una pequeña cicatriz en la parte inferior de su abdomen. Me atreví a acariciarla. La piel de Liam era tan suave... ¿Quién habría sido capaz de dispararle?
—Una movida con el tipo del que te hablé antes. —Dijo respondiendo mi duda, como si hubiera leído mi mente.
—¿Ashton?
—Exacto. —Se bajó la camiseta. Tapandome la excelente vista de su abdomen bien formado, MUY bien formado.
—¿Y a Zayn? —Pregunté.
—Zayn tuvo más suerte que yo. —Se sentó. —¿Alguna pregunta más?
—¿Haces esto por que quieres?
—Al principio no.. Tengo hambre. —Dijo cambiando de tema. —¿Que hay en la nevera?
—Busca algo..

(...)

Capítulo 9.

Narra Beca

Estaba en mi habitación, rayandome la cabeza con todo lo de Zayn. Me estaba petando el WhatsApp pero no me atrevía a contestarle. No tenía el valor de actuar como si no hubiera sucedido nada, aunque para él seguramente sea así.
—Rebeca, voy a dar una vuelta con Diana, ¿Te apetece venir? —Me preguntó mi tía entrando en la habitación sin previo aviso.
—No, ir tranquilas, no tengo pensado salir.
—Llámame si lo haces. —Dijo y se marchó.
En la pantalla de mi móvil apareció una llamada entrante. Adivinar de quién. Inhale, exhale, y contesté.

—¿Diga?
—Porfin das señales de vida princesa. ¿Estás en tu casa?
—He estado ocupada... Si, aquí estoy.
—Tenemos pendiente ese helado...
—Quizas otro día. No me apetece salir hoy. Discúlpame.
—Estás extraña... ¿Pasa algo?
PUES CLARO QUE PASA ALGO MALDITO IDIOTA. Claro, el viviendo su vida tan tranquilo y yo aquí, rayada hasta el culo.
No, sólo me duele un poco la cabeza. Nos vemos otro día.

Narra Zayn

Me estaba evitando, eso era mucho más que evidente. En algún momento ambos tendríamos que afrontar esto y hablar con la verdad. ¿Mi verdad? Lo cierto es que aún no la sabía con certeza. Lo único que tenía claro es que Beca me gustaba y mucho.
Es obvio que yo a ella no le atraigo ni lo más mínimo. Esa forma en la que se alejó de mi... Parecía tenerme miedo, o asco. O asco mezclado con miedo. No puedo culparla, no soy ningún ángel, y si lo fuera sería un ángel caído.
Salí a dar una vuelta, a despejarme las ideas. Lo único que conseguí fue pensar más y más en ella. Si mi cerebro proyectara imágenes, la gente me tomaría por un psicópata obsesionado con ella.
Iba pasando por un parque, cuándo reconocí a Diana. Iba de la mano de una mujer. Supongo que será la tía de Beca, y ella no estaba por ninguna parte... Ahora o nunca.
Caminé, o, más bien, corrí hasta su casa. La luz de su habitación estaba encendida.
Escale hasta llegar a su terraza, no fue complicado, estaba bastante baja y era accesible, algo que me preocupa, ya que puede entrar cualquiera...
—¿Que diablos haces aquí? —Preguntó alterada. La había asustado.
—Necesitaba hablar contigo y el móvil no es una opción. —Me encogi de hombros.
—De verdad Zayn, no me siento bien.
—Yo tampoco.
—¿Tú? ¿Que te pasa?
—Que tu me estás evitando, y está claro porque.
—Mira Zayn, yo...
—Vale, casi nos besamos. ¿Y qué?
—¿Y qué?
—Si, o ¿es que tu si querías besarme?
—No seas ridículo. Yo tampoco quería..
—¿Tampoco? —Levanté la ceja. —Y... ¿Si te digo que yo si?
—No juegues con esto porfavor.
—No estoy jugando princesa..
Me miró incrédula. Yo sabía que mi "declaración" la iba a sorprender pero no pensaba que tanto... ¿Que viene ahora?
—Beca. —La meci suavemente, ya que se había quedado en puro shock.
—No sé que decir a eso...
—Pues no digas nada. —Le acaricie la mejilla. —Yo se que tu opinas diferente sobre mi, no pasa nada... Sólo quería decírtelo, espero que esto no influya en nuestra relacion, déjame al menos ser tu amigo. —Le besé la frente y me giré para marcharme de nuevo, pero algo me frenó.
—No te vallas... —Me agarró del brazo. Me giré lentamente y la miré. —Yo... Siento lo mismo. —Susurró.
—¿De verdad?
—Si... —Dijo mirando al suelo. Le agarré la barbilla y le levanté la cara.
Junte nuestras frentes, analizando que haría a continuación.
—¿Que pasaría si te beso? —Pregunté.
—Descubramoslo. —Dijo rozando nuestras narices.
Sonreí y fuí acercandome lentamente. Nuestras respiraciones se mezclaban. Roce mis labios con los suyos, mucho más intensamente que la última vez. Puse ambas manos en sus mejillas y, cuándo iba a unir nuestros labios...
—Rebeca, ya hemos llegado. ¿Estás en tu habitación? —Gritó la tía de Beca.
—Tienes que marcharte. —Dijo empujandome hacia la ventana.
—¿Nos vemos mañana?
—Si, si, si. Vete, por favor.
—Adios. —Le besé la mejilla y salí rápidamente a la terraza.

(...)

domingo, 9 de marzo de 2014

Capítulo 8.

Narra Beca

¿Que cojones acababa de pasar? ¿Como volvería a mirar a Zayn a la cara después de eso? Vale, que sólo ha sido un roce de labios y tal pero... Pero joder, es que por un momento sentí la necesidad de besarlo. NO, SACA ESOS PENSAMIENTOS DE TU CABEZA. No. Zayn es tu amigo, los amigos no se besan, ni se gustan ni nada. Pero es que es tan guapo y tan atento y y y. Estoy hecha un lío, me encantaría poder saber que se está pasando por su cabeza en estos momentos...

Narra Zayn

No podía dejar de revivir aquel momento, el momento en que sus labios estuvieron en contacto con los míos. Aún sigo sintiendo corrientes de electricidad recorriendome de arriba a abajo. Puede que si me guste Beca... Creo que me gustó desde el primer día en el que la vi. Recuerdo que me dirigía a casa de Harry a cobrar unos asuntillos cuando la vi. Parecía una muerta de lo blanca que estaba a causa del frío, aún así, algo hizo que parara el coche y me alegro de haberlo hecho.
En muy poco tiempo me he acostumbrado a perderme en esos enormes y preciosos ojos azules y ya no imagino pasar ni un día sin verlos. Ojalá supiera que está pensando ella en este momento...

Narra Liam

He de admitir que la casa de Sophia era bastante cómoda. Monté allí mi campamento y me negué rotundamente a abandonarlo, poniendo la excusa de que no tenía como volver a casa por su culpa.
—Ya que te vas a quedar aquí de por vida podrías ayudarme con las tareas. Que menos que eso.
—No voy a quedarme aquí de por vida. Puede que unos cuantos meses, mientras hago que te enamores de mi.
—¿Yo de ti? JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.
—Ríete ahora. Luego lloraras.
—¿Qué?
—Te voy a contar como va la cosa... Tú te vas a empezar a enamorar de mi hasta el punto en el que incluso te dolerá. Yo jugaré contigo, porque eso es lo único que busco, un juguete. Nuestra "relacion" se basará sólo en el sexo y tu no te quejaras, porque me amaras tanto que soportaras lo que sea para estar junto a mi. —Dije con aires de superioridad.
—Bonita historia, deberias hacerte escritor de cuentos ficticios.
—¿Quieres apostar?
—Lo que quiero es ponerte una pinza en la nariz y meterte el recogedor por la boca hasta que dejes de moverte y, por lo tanto, de incordiarme.
—Pero que agresiva... Ya te domare durante el tiempo que pase aquí.
—¿Perdona?
—Perdonada. Niña, esto te conviene tanto como a mi. Tu no tienes dinero para pagarme mi coche y yo no tengo casa fija. Me tomaré esto como un pequeño adelanto.
—Mira tío, o sales de aquí o llamo a la policía.
—Bien, ve a la policía. Les encantará saber que me encontraste en un callejón con la memoria perdida y que me has traido aquí para aprovecharte de mi.
—Porfavor... Eso no hay quién se lo crea.
—¿Que...? ¿Quién eres? ¿Que hago yo aquí? —Dije haciéndome el aturdido.
—Imbecil.
Sonó el timbre y Sophia fue a abrir.
—Eres una maldita perra. —Dijo una voz grave. Oh oh, el novio abandonado ha vuelto para reclamar venganza. Me levanté del sofá y me dirigí hacia la puerta, para crear tensión.
—Yo... Déjame explicarte...
—Ni se te ocurra hablar... —Tenía la mano ievantada, iba a pegarle.
—Eh, eh. Baja la mano bonito. Nadie va a tocar a Sophia mientras yo esté presente. —Dije poniéndome en medio.
—¿Por eso me dejaste tirado? ¿Para venir a casa a tirarte a este? Eres una zo...
—Haber, te calmas. Para empezar yo me tiro a las chicas, no las chicas a mi y ni siquiera fue esa la razón para que Sophia te dejara allí.
—No me vengas con mamonadas idiota. —Me dió un empujón haciéndome toparme de golpe con Sophia. Sin querer le hice daño. Aquello me cabreó. Se iba a enterar ese muñeco Kent.
—¿Sabes que? Te voy a contar todo lo que tu querida novia y yo hicimos anoche. Primero me la traje a casa, me deshice de su ropa y estuvimos TODA la noche en acción, haber si me comprendes. Tu noviecita es toda una fiera tío.
—Te voy a matar.
—Sh, sh. —Lo paré. —Te me largas de aquí ahora mismo. Venga. —Dije empujandolo hacia la calle.
—Las cosas no se quedarán así Sophia, tenlo claro. —Dijo antes de marcharse.
Me giré hacia ella. Tenía sangre en la cabeza, ya que la inercia de mi cuerpo la había hecho darse un golpe contra la pared.
—¿Estás bien?—Le pregunté mirando aquel corte.
—Me has hecho quedar como una zorra.. —Musito.
—Se lo merecía. —Me defendí.
—Claro, como tu no tienes que ir a la Universidad...
—Será mejor que te cure ese golpe.

(...)

Capítulo 7.

Narra Sophia

Liam y Zayn se quedaron toda la noche conmigo. La verdad, no esperaba esta actitud en ellos, al menos no en Liam. Me levanté de la cama y bajé al salón. Cuándo entré me vi a Liam dormido en el sofá. Un sentimiento de ternura me invadió. No podía apartar los ojos de su cara angélical, quien lo diría.
—Si me haces una foto te durará más. —Dijo. Se me subieron los colores. ¿Es que no estaba dormido?
—¿Que dices? Eres un creído, ni siquiera te estaba mirando a ti. —Giré sobre mis talones y fuí hacia la cocina.
—¿Que mirabas entonces? ¿Al suelo? Porfavor niña, no hace falta que mientas.
Lo fulmine con la mirada.
—¿Quieres tostadas? —Pregunté cambiando de tema.
—Si, y quiero que me respondas a algunas preguntas.
—Ok.
—¿Que hacías anoche en el Club Acuario?
—Mi novio se empeñó en llevarme allí.
—¿Novio? —Fruncio el ceño. —¿Como se llama?
—Damon. No creo que lo conozcas, no suele ir por esos... Lugares... —Me llevé las manos a la cabeza. —¡DAMON! ¡LO DEJÉ ALLÍ TIRADO ANOCHE!
—Ay, ¿enserio? —Dijo riéndose.
—No te rías imbécil, tengo que ir a buscarlo.
—Va a ser que no. Que se venga él solito que también tiene piernas. Segunda pregunta. ¿Que viste anoche exactamente?
—Os vi...
—¿A quienes?
—A Zayn y a ti, disparandole a aquél tipo... —Dije mirándolo dudosa.
—Escuchame bien niña, no puedes decir absolutamente nada de lo que pasó. ¿Entiendes?
—Si, si. Tampoco tenía pensado de ir a comisaría y acusaros. No soy imbécil.
—Por si acaso.
—Por cierto... ¿Dónde está Zayn?
—Ha salido temprano esta mañana...

Narra Zayn

Iba saliendo de la casa de Beca, cuando recibí un mensaje.

¿Que pasa viejo amigo? Bonito gusto para las chicas, he de decirte que esa tal... ¿Rebeca? No está nada mal... Creo que me gusta... En fin, cuidado. Ashton.

Mierda, mierda y más mierda. Iba a llamarlo para cagarme en todos sus muertos pero el mensaje estaba en número desconocido. Sentí la necesidad de darme la vuelta y quedarme para proteger a Beca pero, no podía, tenía que ir a ver a Alex. Seguramente estaría muerta de la angustia.
Llegué a casa, me di una ducha rápida y fuí hasta la cafetería donde trabaja mi hermana. Se sorprendió notablemente al verme.
—¿Dónde estabas? —Susurro.
—Tuve que quedarme con Liam. Lo siento.
—Bueno... Supongo que si fue por eso... Está bien. ¿Has desayunado?
—No.. ¿Me pones una tostada?
—De acuerdo.
Aproveche para enviarle un mensaje a Beca. Quería comprobar que todo iba bien.

-Hola princesa, me aburro.
-Ya veo :)
-Todo bien?
-Si, por?
-Por nada, sólo quería asegurarme de que no te hubiera dado un chungo ni nada, como estabas semi enferma.
-Jajaja no, tranquilo ;)
-Sigues sin ganas de salir?
-Pues... Supongo
-Supones? —Me reí.
-Si, no sé. Todo depende de tu plan.
-Estoy en el bar "Hidden", vente.
-Está muy lejos? No me apetece andar.. :3
-A cinco minutos andando. No seas vaga, te espero;)

Cerré la conversación sin darle tiempo a quejarse. Más le valía venir. Alex dejó mi desayuno sobre la barra, decidí no empezar hasta que Beca llegara.
—¿Quien soy? —Pregunto alguien tapandome los ojos.
—Umm, Brenda. —Dije.
—Prueba otra vez.
—¿Claire?
—Idiota. —Se sentó a mi lado.
—Era broma. —Sonreí. —Te estaba esperando para desayunar.
—No tengo demasiada hambre...
—Ahora no me vas a hacer ese feo. Alex. —Llamé a mi hermana.
—Hola. —Dijo saludando a Beca.
—Princesa, esta es mi hermana, Alex, Alex, ella es Beca.
—Un placer Beca. —Me miró divertida. —¿Que querías?
—Tostadas y café.
—Marchando.
—¿Como se te ocurre llamarme princesa frente a tu hermana? —Dijo y me dió un golpe en el brazo.
—¿Que más da? Algún día tenías que conocerla, eres mi... Amiga... Y más le vale acostumbrarse a oirme llamarte princesa.
—Un amigo no llama princesa a su amiga. —Bufo.
—Pues nosotros tenemos una relación especial. —Me encogi de hombros.
—Y... ¿Conoces a algún Ash?
—¿Qué? —Me atragante con mi propia saliva.
—Me mandaron un mensaje firmado por Ash. —Me lo mostró.
—Em, no, no... Conozco a ningún Ash.
—Que aproveche. —Dijo Alex dejando el desayuno sobre la barra. —Beca, me gustaria que te pasaras por casa algún día. —Sonrió.
—Lo haré. —Dijo devolviendole la sonrisa. Parecía que se habían caído bien y eso me alegraba.
—Si te vuelven a mandar un mensaje así avísame, ¿ok? —Le pedí.
—Si, está bien.
Nos tomamos el desayuno tranquilamente. Beca se despidió de mi hermana y caminamos hasta su casa. Sentía una sensación extraña en el estómago cuando hablaba con ella, cuando la veía sonreír y escuchaba el sonido de su risa.
—Gracias por esto, me lo he pasado realmente bien. —Dijo sonriendo.
—Yo también... Si te aburres esta tarde... Podríamos ir a tomar un helado... O lo que quieras.
—Si, estaría bien.
—Adiós. —Me acerqué para darle un beso en la mejilla. Ella giró la cabeza y nuestros labios se rozaron. Sentí unas tremendas ganas de besarla.
—Lo... Siento. —Se separó bruscamente de mi. —Hasta luego. —Entró en su casa. Me quedé parado en la puerta, procesando lo que acababa de pasar.

(...)

sábado, 8 de marzo de 2014

Capítulo 6.

Jugaba con el papel donde estaba apuntado el número de Zayn. ¿Debería llamarlo? Me dijo que lo llamara si necesitaba algo... Aunque la verdad es que necesito escuchar su voz. ¿Por qué? No lo sé. Me siento bien hablando con el.
Dejé el papel encima de la mesilla y me acoste. Decidí no llamarlo, quizás le parecería una pesada.
De nuevo, el despertador me tocó los ovarios con su irritante pitido. Me levanté refunfuñando y abrí el armario. Me puse unos jeans y una sudadera gris. Me miré al espejo. Estaba horrible pero me daba igual, hoy no iba a arreglarme. Sólo me apetecía quedarme en casa haciendo el vago.
Acompañé a Diana al colegio, y, me sorprendí bastante al no ver a Zayn por allí. La que, yo supongo, era la hermana de Zayn, se ocupó de llevar a Faith esta mañana. Una parte de mi se alegró, ya que no me apetecía que me viera de esta forma tan ridícula, pero por otra parte me sentí rara, como si me faltara algo, y en cierto modo era así.
Llegué a casa y me lancé al sofá. Iba cerrando los ojos cuando alguien llamó al timbre. Ni me inmute. No me apetecía ver a nadie. El timbre continuó sonando y yo continúe ignorandolo, hasta que escuché su voz. Era Zayn. Me levanté y abrí la puerta.
—¿Estabas dormida? —Me pregunto.
—Más o menos. —Me hice a un lado y el pasó. —¿Te has quedado frito esta mañana?
—Eh... Si... ¿Me has extrañado?—Preguntó con una sonrisa burlona.
—No, era sólo curiosidad. —Me senté en el sofá y el imitó mi accion.
—Entonces... ¿No me has hechado de menos? ¿Ni siquiera un poquito?
—Puede. —Me limité a contestar. —Siento mis fachas, no te esperaba.
—Estás bien, y siento no haber avisado, no tengo tu número.
—¿Me estás insinuando que lo quieres?
—Tu tienes el mío. —Se encogió de hombros.
—Ok. —Cogí mi móvil y le di un toque.
—Gracias.—Dijo alegremente. —Quiero ponerte una foto de contacto. Sonríe.
—¿Estás loco? No voy a dejar que me saques una foto, mirame, estoy horrorosa. Otro día.
—No quiero otro día, quiero hoy.
—Pues va ha ser que no. Tengo ojeras.
—Exagerada... Estás bien, guapa, como siempre.
¿Acaso me estaba vacilando? Pero si parecía un zombie. Rodé los ojos y le saqué la lengua. Si quería una foto, que la tuviera. Total, soy fea con y sin maquillaje.
—Wow, sales perfecta.
—Si, ya.
—¿No quieres verla?
—La verdad es que no...
—Ok. —Dijo mirándome extrañado. —Me gustaría invitarte a tomar algo, ¿te apetece?
—¿La verdad? No tengo muchas ganas de salir, me siento... Cansada...
—¿Estás enferma?
—No... Que yo sepa al menos...
—¿Quieres que me valla y te deje descansar?
—No... Es decir... No me molestas pero si tu quieres puedes irte.
—Aún tengo tiempo. —Dijo mirando su reloj.
—¿Tiempo?
—Eh... No me hagas caso.
—Ok. —Dije con el ceño fruncido.
Pasamos como una hora hablando tranquilamente. Me contó un poco más sobre su vida. Quería ser profesor de inglés en una escuela de primaria, pero su situación económica lo obligó a prescindir de aquello.
—Ahora cuéntame tu. —Puso su mano sobre mi muslo. Sentí un escalofrío, no sé si la causa fue Zayn o el frío que tenía.
—Yo... No... Se.. —Mi cabeza estaba concentrada en su mano.
—¿Te has quedado cogida? —Se burló.
—Eh... No, simplemente... No sé, no he tenido nunca claro que quería ser.
—Ajá. —Retiró su mano de mi, cosa que agradecí en silencio. Me había puesto nerviosa. —Bueno... Ahora si tengo que irme princesa. —Dijo mirando su reloj.
—Está bien... —Le acompañe hasta la puerta. —Adiós..
—Adios... —Se acercó a mi y me besó suavemente la mejilla.
Dos segundos después de que Zayn se fuera, sonó mi móvil.

Hola cariño, dile a tu querido Zayn que a mi también me gustan las rubias.. ;) un beso preciosa. Ash.

¿Ash? ¿Quién podría ser Ash? Por el contenido del mensaje yo diría que un chico pero... ¿Como tenía mi número? Todo esto me empezaba a dar mal rollo. Zayn ocultaba algo, de eso estaba segura. No tenía la menor idea de como, sólo sabía que iba a averiguarlo.

(...)

viernes, 7 de marzo de 2014

Capítulo 5.

Narra Sophia

Valla día de mierda. Después de que Zayn y Beca se marcharan, Liam me acompañó hasta casa. Ningúno habló durante el camino.
—Es aquí. Ya te puedes largar. —Dije abriendo la puerta.
—¿Vives sola? —Preguntó.
—Si, ¿por qué?
Me agarró del brazo y estiró de mi hasta el interior de la casa. Me empujó salvajemente contra el sofá.
—¿Pero qué cojones te pasa? —Grité.
—Ya que te he hecho el favorcito de venir hasta aquí sólo para acompañarte, voy a aprovechar para cobrarte los daños de mi coche.
—¿Los daños de tu coche? Vete de aquí antes de que llame a la policía, puto psicópata.
—Mira niña, me da igual de que manera me pagues, sólo sé que lo harás.
—No tengo dinero y si lo tuviera tampoco te lo daría. —Me levanté del sofá.
—Hay otras formas de pago. —Dijo mordiendose el labio inferior.
Solté una carcajada sonora.
—Mejor vete, asqueroso.
—La cosa no va ha quedar así. —Dijo quitandome el móvil de las manos. —Bonito IPhone.
—¿Que se supone que haces con mi móvil?
—Llamar al mío para así poder guardar tu número... Listo. —Me lo entregó. —Nos volveremos a ver niña. —Dijo antes de guiñarme un ojo y salir de casa.
¿Pero será subnormal, idiota, imbécil, asqueroso, mierda? ¿Que cojones se cree ese delincuente? Mi coche, se había quedado en aquella calle del centro... Llamé inmediatamente a Ross, mi chofer, para que fuera a recogerlo.

Paso a por ti en dos horas, me apetece salir esta noche. -Damon x.

Genial, salir era lo que más me apetecía en este momento. Nótese mi sarcasmo. Me metí en la ducha y me arreglé rápidamente. Me puse unos pantalones negros y una camisa blanca. Planche mi pelo y me maquille. Damon fue puntual.
—Ya te podías haber arreglado un poco más... ¿No? —Me dijo.
—Sólo me has dado dos horas, dale gracias ha que he estado a tiempo.
—Vamos. —Me dió un beso, si es que se le puede llamar así... Y nos fuimos.—¿Y tu coche?
—En el taller, un estúpido me chocó al medio día.
—Já, seguro que fue culpa tuya.Tía tenías que ser... Si fuera por mi ninguna tendríais carnet, estariais en casa, haciendo la comida como siempre se ha hecho. —Dijo y se montó en su coche. Yo me quedé parada, mirándolo con la boca abierta. ¿Con que clase de idiota había pasado los últimos dos meses de mi vida? —¿Estás esperando a que te abra la puerta del coche o que?—Bufo. Entré dando un portazo. —Eh, eh. Tranqulita que acabo de pintarlo. —Dijo y por fin puso el coche en marcha.
Al cabo de unos diez minutos llegamos a un club, un poco a las afueras de Bradford.
—¿Club acuario? —Dije mirando el gran cartel. —¿Que clase de nombre es ese?
—No lo sé, pero dicen que es muy bueno asinque vamos.
Me empujó hasta el interior. ¿Que palabra definiría mejor aquello...? Ah, si. ANTRO. Era un puto antro lleno de borrachos.
—Esto es una mierda. —Dije.
—Ya he gastado mucha gasolina en venir aquí, no voy a desperdiciarla. Siéntate y estate calladita.
Se bebió cinco vasos de Whisky mientras yo me limité a tomarme mi fanta en silencio, rezando para que ningúno de estos inútiles la tomara con nosotros.
—Cre... Creo que yag es sufigsciente pogr hgoy. —Dijo Damon tambaleandose. —Vamognos.
Se apoyó en mi hasta el coche. Para esto he quedado, para transportar borrachos.
Metí a Damon en el coche y me apoyé en la puerta de este. Fué entonces que vi dos caras conocidas a lo lejos, Zayn y Liam. ¿Que hacían aquí?
De pronto la gente comenzó a gritar paranoica. ¡Liam y Zayn estaban tiroteandose desde detrás de un coche con otro tío! ¿Pero con que clase de tíos había pasado el día?
Noté unas manos en mi cintura...

Narra Liam

—Vamos tío, tenemos que largarnos de aquí. —Dije.
—Espera, mira ha aquella chica.
—¿Cuál?
—La morena.
—¡Es la piva de esta tarde...!
—Exacto, la han cogido, tenemos que ayudarla.
—No voy a ayudarla... —Dije de morros.
—¡Subnormal! Me vas a ayudar quieras o no. —Me dió una colleja.
—¿Que gano yo ayudandola?
—Miralo de esta forma; si a Sophia le pasa algo nunca podrá pagarte tu coche.
—Tienes razón tío. —Dije y me dirigí directamente hacia donde estaban. Le metí un empujón al tío que la sujetaba y la puse detrás de mi.
—Pero quién te crees que eres niñato. —Me devolvió el empujón.
—Eh, eh. —Dijo Zayn metiéndose al medio. —Ha habido un error. Ella es la novia de Liam, y nosotros los amigos de Chad, no sé si me entiendes.
—Eh... —Nos miró sin saber que decir y se marchó. Chad es el tipo más temido de este negocio, y nuestro jefe.
—¿Estás bien? —Le pregunté a Sophia.
—S-Si, sacarme de aquí, por favor. —Suplicó y yo asenti. La llevamos hasta el coche de Zayn.
—Tio, quédate detrás con ella. —Me pidió Zayn.
—Sabes que no sirvo para estas cosas... Tu eres mejor consolando a la gente.
—Yo no puedo, me sentiría raro.
—¿Sentirías que estás engañando a tu novia Rebeca? —Me burle.
—No es mi novia, y... Sea como sea, quédate tu con ella. —Dijo y se montó en el coche, sin darme tregua para rechistar.

(...)

jueves, 6 de marzo de 2014

Capítulo 4.

Narra Zayn

Me distraje por un segundo mientras Liam discutía con la chica. Frente a nosotros estaba Ashton, sujetando una pistola. Me sonrió cínico y le quitó el seguro. Por suerte Beca estaba de espaldas y la otra chica estaba ocupada con Liam y no se dieron cuenta. Ashton apretó el gatillo de la pistola, reventando así una de las ruedas del coche de Liam. Me asusté. Aquel tipo nos tiene tirria a Liam y a mi desde lo de Horan...
Antes trabajábamos para un chico, Niall Horan. Había heredado el negocio negro de su padre. Nos mandó a llevarle una mercancía a Ashton, pero lo que yo no sabía era que se encontraba en pésimo estado. Quiso matarnos, pero Liam y yo salimos huyendo y nunca más volvimos a verlo. Hasta ahora. Miré a Beca, ella también estaba asustada, su miedo estaba presente en esos grandes ojos azules.
—Es Ashton. —Le susurre a Liam al oído. El ensancho los ojos rápidamente. —Tenemos que irnos. —Dije agarrandole el brazo a Beca. Por razones obvias, no quería que el idiota de Ashton la viera.
—¿Pero que pasa con mi coche? —Preguntaron Liam y la chica al mismo tiempo. Parecía mentira que Liam, sabiendo la gravedad del asunto, estuviera más preocupado por su coche que por su propia vida.
Le hice una señal para que cogiera a la morena, no podíamos dejarla allí. Seguramemte Ashton la habría visto y pensaría que tiene algún vínculo fraternal con alguno de los dos. El obedeció rápidamente y salimos corriendo. Yo llevaba a Beca cogida de la mano.
No paramos de correr hasta que llegamos a un callejón bastante alejado del centro.
—Estáis locos, soltarme. —Dijo la morena bajandose de la espalda de Liam.
—Haber... ¿Cuál es tu nombre? —Le pregunté.
—Sophia. —Bufo.
—Bien, Sophia. Yo soy Zayn, el Liam y esta es Beca. Hemos tenido que salir huyendo, ya que estábamos en peligro.
—¿Peligro por qué? —Pregunto Beca esta vez.
—¿No has escuchado el disparo? Seguramente algún ladrón habría atracado algún banco. No podíamos quedarnos en medio de un tiroteo, ¿o sí? —Invente.
—Bueno, pero mi DESTROZADO coche. —Dijo Sophia mirando a Liam. —Está allí y tengo que volver a casa, con que... Adios. —Dijo y se giró para marcharse.
—Ahora no puedes irte. —Dije.
—¿Y por qué no?
—Tu haznos caso y ya, no seas tan preguntona. —Le dijo Liam.
—¿Y quién te ha preguntado a ti nada?
Beca me agarró del brazo y nos alejó un poco de Liam y Sophia, que estaban discutiendo de nuevo.
—Sabes que no puedo quedarme aquí. —Dijo.
—Si, pero tampoco puedo dejarte ir ahora. Es... Es complicado. —Dije rascandome la nuca.
—¿Que os traeis entre manos tu y Liam? —Pregunto cruzada de brazos.
—Nada, ¿que podríamos traernos entre manos?
—No lo sé, por eso te pregunto... Si no quieres dejarme sola acompañame a casa si quieres. Sea como sea necesito salir de aquí.
—¿No está tu tía?
—No, ha estas horas estará trabajando. No vuelve hasta la tarde y mi hermana sale de la escuela a las tres, después de comer.
—Ya... Está bien, vamos.
—¿A dónde se supone que vais? —Preguntó Liam.
—Voy a acompañar a Rebeca hasta su casa. Asegúrate de que Sophia llegue sana y salva a la suya. —Le advertí.
El sólo rodó los ojos y asintió de mala gana.
Ambos caminamos a paso ligero a través de las calles de Bradford.
—Puedes pasar al salón. —Dijo abriendo la puerta.
—Ok.. —Obedeci.
Ella subio las escaleras y bajó al cabo de un rato. Se había puesto ropa más cómoda. Unos shorts y una camiseta ancha. Para ser sincero se veía muy sexy.
—Ok, ¿que quieres hacer? —Me preguntó sentándose en la otra punta del sofá.
—No soy ningún caníbal, no te voy a comer. Puedes acercarte si quieres que no muerdo.
—Tienes pinta de morder. —Bromeó y se acercó dos milímetros más a mi.
—Bueno... Me has pillado. Pero muerdo muy despacio y sólo cuando beso. Ha no ser que quieras besarme no tienes de que preocuparte.
—¿Yo besarte a ti? —Dijo sonrojada.
—Es sólo una advertencia. —Me encogi de hombros sonriendo.
—Pues no, no voy a besarte. Puedes estar tranquilo tu también. —Dijo jugando con el mando a distancia.
—Y bien... ¿Que haces para divertirte? —Pregunté para desviar un poco el tema, me sentía raro escuchandola decir que no tiene ningún interés en besarme. No sé por qué.
—Leo.
—Acuario. —Le extendí la mano y ella se rió.
—Que leo del verbo leer.
—¿Ya está? ¿Ha eso lo llamas divertirte?
—Como te he dicho, mi vida es muy aburrida. Estoy esperando a alguien que llegue y la ponga patas arriba.
—Quizás yo podría ayudarte con eso... ¿Tienes harina?
—¿Para que quieres harina Zayn? —Pregunto con los ojos entrecerrados.
—No te lo diré, arriesgate. —Dije sonriendo. Ella se quedó callada. —¿No confías en mi?
—No debería... —Confesó. —Pero si. En la cocina. —Se levantó y yo la seguí de cerca. —En ese estante.
—Vamos a hacer tortitas.
—¿Sabes hacer tortitas?
—No, y eso es lo más divertido de todo. —Dije alcanzando el paquete de harina. —¿Me ayudas?
—Claro...
Hicimos una masa, si es que se le puede llamar así. Le hechamos huevo, leche, harina y azúcar. Yo estaba empeñado en echarle sal pero Beca no me dejó. Cuándo estaba decuidada, cogí un puñado de harina y se la lancé a la cara, y así comenzó nuestra guerra "blanca". Ambos estábamos completamente llenos de harina. Beca caminaba hacia mi para llenarme de sirope, pero la harina del suelo la hizo resbalar. La cogí antes de que se diera de lleno.
—Cuidado princesa... —Susurré cerca de sus labios.
Ambos nos quedamos estáticos, mirándonos a los ojos. Y, puff, sonó el timbre. Nos alejamos rápidamente y acompañé a Beca a ver quién era. Pensé que quizás Ashton nos había seguido o algo. Estaba paranoico.
—Eh... Hola Srta Benson... —Dijo una mujer. La profesora de Faith.
—Ho-Hola... —Dijo Beca muerta de la vergüenza.
—Vengo a traer a su hermana.
—¿Tan pronto?
—Hoy las niñas salían antes del colegio. Iba a ir a llevar a Faith a casa de los Malik pero... Creo que me he ahorrado el trabajo. —Dijo mirándome.
—Lo siento, no volverá a pasar. —Dijo Beca.
—Tranquila, siento haber interrumpido. Hasta mañana. —Se despidió de ambas niñas y se marchó.
—¿Que haces en casa de Diana tío? —Pregunto Faith.
—Pues... Visitando a... mi amiga Beca.
—Zayn quiere a Beca, Zayn quiere a Beca. —Comenzó a canturrear, al poco tiempo se le unió Diana.
—Creo que voy a darme una ducha. —Dijo Beca, de nuevo sonrojada.
—Nosotros nos iremos a casa. Porcierto... —Cogí un papel y un bolígrafo del salón y le apunté mi número. —Llamame si me necesitas. —Dije, de nuevo preocupado por el tema de Ashton.
—Vale... —Sonrió.

(...)

miércoles, 5 de marzo de 2014

Capítulo 3.

De nuevo, el sonido del despertador taladro mis oídos. Lo apague y me levanté refunfuñando. Esto podría ser casi inhumano. Me puse unos jeans ajustados, una camiseta de lana ancha y una chaqueta, también vaquera, encima.
—Buenos dias. —Dije entrando en la cocina.
—Buenos dias cariño. Te he dejado preparado el desayuno. Tu hermana ya está lista para que la lleves al colegio. Tengo que irme a trabajar. Bye, te quiero. —Dijo de carrerilla. Me besó la frente y se marchó.
Abrí el microondas. El café que me había preparado mi tía sabía a agua sucia de fregar. Lo tiré por el fregadero. Me pararía en un Starbucks de camino a casa.
—Diana, ¿lista? —Grité.
—Si tata. —Dijo corriendo hasta mi.
—¿Te has lavado los dientes?
—Si.
—Ok, vámonos antes de que se nos haga tarde.
—Tata, ¿me llevas a casa de una amiga después del colegio?
—¿Que amiga es esa?
—Se llama Faith.
—¿F-Faith? —Me quedé pensando. Zayn me había comentado que su sobrina se llamaba Faith. —No sé cariño, ya veremos.
Llegamos a la puerta de la escuela. Despedí a Diana y me dispuse a volver a casa. Iba saliendo del recinto del colegio cuando vi a un chico correr a toda leche hacia mi. Traía a una niña en hombros. Era Zayn.
—Corre, corre o llegarás tarde. —Le dijo, agitado de correr.
La niña, que porcierto, era preciosa, salió corriendo y la profesora la recibió con una sonrisa.
—¿Se te han pegado las sábanas? —Pregunté con cierta gracia en mi tono de voz.
—La verdad es que si. —Dijo recobrando la respiración. —Ni si quiera he desayunado.
—Pues la verdad, yo tampoco. Y no por falta de tiempo. Bueno, ya nos veremos. —Me despedí.
—Espera. —Me agarró el brazo impidiendo que me marchara. —Hay un Starbucks a la vuelta de la manzana. Podemos ir, si te apetece. Yo te invito.
—La verdad no se... —Dije insegura.
—Vamos, ya te he demostrado que soy de fiar. ¿Vienes?
—De acuerdo.
Comenzamos a caminar tranquilamente. Zayn me contó un poco de su vida. Resulta que no vivía sólo, si no que compartía casa con su hermana y su sobrina. Sus padres viven en Miami actualmente.
—¿No me vas a contar nada sobre ti? —Preguntó.
—No hay mucho que contar. Tengo veinte años, vivo con mi hermana pequeña y con mi tía y... —Me quedé pensativa. —Antes vivía en Washington.
—¿Y tus padres?
—Mi padre murió y mi madre... Se quedó en Washington. Su forma de superar la muerte de mi padre fue acostarse con unos y otros. Decidí que ya era suficiente, mi hermana no tenía por que criarse en un ambiente así... Llamé a mi tía y vivimos en Irlanda una pequeña temporada, hasta que le ofrecieron un trabajo aquí, en Bradford y nos mudamos.
—¿Tienes sueños o algo por el estilo?
—Una pregunta un poco rara... Pero sí. Me gustaría vivir en Londres, tranquilamente y sin ninguna preocupación. Me gustaria que mi madre volviera a ser la que fue y... No sé... Quizás conocer a alguien que me haga olvidar toda esta mierda, aunque sólo sea por unos minutos. Básicamente... Quiero tener una vida feliz y normal.
—A mi también me gustaría... Quizás tu puedas lograrlo algún día pero yo... Digamos que mi futuro se ve negro. —Dijo eclipsado en la mesa.
— Sus pedidos. —Dijo un camarero dejando una bandeja encima de la mesa.
—Gracias. —Sonreí y tomé mi café.
—¿Has tenido novio alguna vez? —Preguntó Zayn de repente.
—¿Tan fea me ves que no crees que exista esa posibilidad? —Dije riendo.
—No, me has entendido mal. Es simplemente... Curiosidad.
—Pues si, tuve un novio formal hace un tiempo. He tenido otras cosas antes, ya sabes, ligues de adolescentes... Nada serio. ¿Y tu? ¿Has tenido novia?
—No... He estado con chicas y tal pero... Nunca me he sentido lo suficientemente atraído por ninguna como para pedirle ser mi novia.
—¡Hey bro! —Gritó un chico castaño desde lejos.
—¡Liam! Acercate. —Le respondió Zayn.
—Wow, hola. —Dijo mirándome con una sonrisa pervertida. —Soy Liam, ¿y tu, preciosa?
Me removi incómoda en el asiento.
—Rebeca. —Respondí.
—Un bonito nombre para una bonita chica. —Me guiño el ojo.
—¿Hola? ¿Puedes parar de coquetearle? —Le dijo Zayn en tono de amenaza.
—Uy, lo siento. No sabía que estabais en algo...
—Nosotros no... —Iba diciendo hasta que Zayn me corto.
—¿Has sabido algo de aquel asunto?—Le preguntó.
—Em, si, vengo a avisarte de que esta noche tenemos un evento en la casa de Acuario.
¿Que mierda...? ¿Estaban hablando en clave o algo? Obvio deberían estar hablando en clave. ¿Existe alguna persona llamada Acuario en el mundo? Lo dudo. La pregunta que me rondaba la cabeza era... ¿Que ocultan estos dos?
—Eh... De acuerdo. —Dijo Zayn y le hizo una señal con la mano para que se marchara.
—Bueno, adios chicos. Siento lo de antes Rebeca. —Dijo y se marchó, pero no llegó muy lejos.
Se escuchó un estruendo. Zayn y yo nos levantamos asustados.
—¿Pero que leches...? —Dijo Liam acelerando el paso.
Una chica le había chocado el coche.
—Mujer tenías que ser... Mira lo que le has hecho a mi precioso mercedes. —Dijo Liam sobando al coche.
—¿Pero que demonios dices? Sólo a un idiota como tu se le ocurre dejar el coche en doble fila. Te mandaré la factura del taller. —Dijo la morena.
—¿Pero que me estás contando? Tu eres quien tiene que pagar mi reparación.
—Ey, chicos, tranquilos. —Dijo Zayn metiéndose en la conversación.
—¿Tranquilos? Dile al imbécil de tu amigo que se aprenda las leyes de circulación. —Dijo de nuevo la morena.
—Aprende tú a conducir. —Dijo Liam. Ahora tenía posadas las manos en su propia cintura. Tenía la vena de la frente saltada. No lo conozco pero diría que está cabreado.
—Yo sé conducir, no com... —Iba diciendo la chica, hasta que un disparo la interrumpió. Un disparo al aire.
Miré a Zayn asustada. El me correspondió la mirada y le cuchicheo algo a Liam en el oído.
—Tenemos que irnos. —Me dijo Zayn agarrandome del brazo.
—¿Pero que pasa con mi coche? —Preguntaron Liam y la chica al tiempo.
Zayn le hizo una señal a Liam y este cogió a la chica y la puso en sus hombros. ¿Que estaba ocurriendo?

(...)

martes, 4 de marzo de 2014

Capítulo 2.

Narra Zayn

Estaba plácidamente dormido, cuando escuché los gritos de una niña acompañados por unas pisotadas en mi habitación. ¿Quién era la niña? Mi sobrinita Faith.
—Vamos tío Zayn, me prometiste que me acompañarias al colegio hoy... —Dijo tirando insistentemente de mi brazo.
—Unos minutos más peque, anoche no dormí nada...
—No tenemos tiempo. —Dijo con un puchero. Yo sólo sonreí y me senté en la cama.
—Ve a prepararle unas tostadas a tu tío, anda.
—Voy, pero no tardes. —Dijo corriendo hacia la cocina.
Me puse unos vaqueros, una sudadera gris y unas deportivas blancas. Mi cara era un poema, mis ojeras eran mas que notables... Me había pasado la noche esperando ha esos cabrones en el puerto y nunca aparecieron. Me lave la cara y los dientes. Cuándo salí a la sala, me encontré a mi hermana Alexandra, sentada en el sillón con cara larga.
—Buenos dias Alex. —Dije y le besé la mejilla.
—¿Dónde estuviste anoche Zayn? Me he pasado la noche en vela preocupada por ti.
—Ya te he dicho que no lo hagas. Mi trabajo es así.
—Zayn, eres mi hermanito. ¿Como pretendes que no me preocupe por ti? Madura de una vez, tienes veintiún años ya. —Se levantó a recoger la mesa.
Yo me limité a pegarle un bocado a mi tostada. Me las comí rápidamente y llevé a Faith al colegio.
—Que tengas un buen día. —Dije besandole la mejilla.
—Igualmente tío Zayn. —Dijo y se marchó.
Me iba a girar para marcharme a dormir, cuándo escuché una voz que me resultaba un poco familiar. Una voz dulce.
—Diana, ten cuidado. Te vas a caer. —Dijo aquella chica, Beca. Llevaba a una niña pequeña de la mano. —No te metas en líos. —Dijo antes de darle un abrazo. La niña asintió y entró a la escuela.
—Buenos dias princesa. —Dije sonriendo, realmente me alegraba de verla.
—H-Hola Zayn. —Dijo claramente sorprendida.
—Te dije que volveríamos a vernos. ¿Quien era la niña? ¿Tu hermana?
—Exactamente. Y... ¿Que haces tu aquí?
—He venido a traer a mi sobrinita Faith. Tiene cinco años.
—Igual que Diana, mi hermanita.
—Tenemos mucho en común... ¿Ya sabes andar por aquí sin perderte? Si necesitas un guía turístico avísame, te enseñaré esto encantado. —Dije eclipsado en sus grandes ojos azules.
—No, tranquilo. —Dijo rodando los ojos. —Tengo que irme.
—Ya nos veremos, princesa. No te me vallas a perder en el camino a casa, ¿eh?. —Le grité. Beca me enseñó su maravilloso dedo del medio y continuó su camino.
Yo simplemente me reí. Una chica buena, guapa, dulce y de un muy buen cuerpo. Esas son las más peligrosas. Cuándo te das cuenta te tienen atrapado entre sus redes, eres un zombie que sólo respira por y para ella. Aunque bueno, me arriesgaria si tuviera que hacerlo. Esos labios suyos parecen tan suaves...
Agite la cabeza para quitarme estos pensamientos ñoños y caminé de vuelta a casa, para seguir hibernando. Obviamente no sin antes fumarme un cigarro, los hijos de puta del contrabando me tenían nervioso. ¿Que tal si la policía los había atrapado y por eso no vinieron?. Dejé mi móvil encima de la mesilla y me acosté.
—Carajo Zayn, son las ocho de la tarde. Despierta y cena algo almenos. —Gritó Alexandra quitandome las sábanas de encima.
—¿Las ocho? —Me frote los ojos. —¿Por qué no me has despertado antes?
—Tal vez porque estaba trabajando... —Dijo obvia. —He hecho sopa de pollo para cenar. Arriba vago.
—Vooooy. —Dije haciéndome el remolon.
Miré el móvil. Ninguna llamada. Abrí el Whats App y le pregunté a Liam si había sabido algo de... "nuestro negocio", estaba tan falto de noticias como yo.
Me di una ducha, me puse un simple chándal y salí a comer algo. Ayudé a Faith a hacer la tarea y la acosté. Iba a tirarme al sofá a ver una película, pero un WhatsApp me hizo cambiar de opinión.

Recogeme a las 12:30, el cargamento llega a las 2:00. Liam.

Capítulo 1.

Caminaba de noche por las frías calles de Bradford. Me abrazaba a mi misma, intentando mantener la poca calor corporal que tenía. Me pesaban las piernas después de tanto tiempo caminando. Debía aceptarlo; estaba más que perdida. Tal vez no fue buena idea salir a conocer el lugar sola.
Continuaba caminando bajo la luz de la luna y de las tenues farolas. Casi parecía el escenario de una película de suspense. Dos luces me deslumbraron, y, pronto, un coche estaba parado frente a mi. Mi cerebro me obligó a continuar mi camino. Todo aquello me daba mal rollo.
—Ey, preciosa. —Dijo una voz grave. —Te hablo a ti. —Continuo al comprobar que le estaba ignorando.
—Que quiere. —Dije sin apartar mi mirada de mis zapatos.
—¿Que hace una chica tan guapa como tu completamente sola?
—No le importa. —Dije y continúe caminando. Aquel tipo me seguía de cerca con el coche.
—Deja que te acerque a tu casa. Te prometo que la princesa llegará sana y salva. —Dijo con cierta gracia en su voz. Por primera vez en toda la charla, lo miré. No era ningún viejo verde como había pensado. Era un chico moreno, bastante mono.
—Puedo ir andando. —Dije secamente. —Además, tampoco sabría como indicarte...
—No me digas que te has perdido princesa.
—Pues sí, ¿no puedo perderme o qué?
—Claro, cada uno allá con sus aficiones. Te lo preguntaré por última vez, ya que tengo un poco de prisa... ¿Te llevo a casa, princesa?
Paré en seco. Al menos en el coche entraría en calor. Aunque sea un desconocido... Si no muero a manos de el moriré a manos del frío, asinque, que más da.
—Está bien. —Dije y me monté en el coche.
Pude verle mucho mejor. Sus ojos eran de un color miel intenso, estaban adornados por unas largas pestañas. Sus labios eran rosados y carnosos. Su pelo parecía sedoso, estaba en forma de tupé. Tenía un poco de barba, seguramente de unos tres dias.
—Y bien, ¿cuál es tu nombre princesa? —Me preguntó.
—Soy Rebeca.
—¿Rebeca? Te llamaré Beca, cuando no te diga princesa, claro está. —Dijo con una leve sonrisa en sus labios.
—¿Que te hace pensar que volveremos a vernos después de esta noche?
—Intuición. Además, este pueblo no es demasiado grande. —Me miró por un segundo para después volver su mirada hacia la carretera.
Me fijé en sus brazos. Llevaba una camiseta gris de manga corta y con cuello en V. Se adaptaba perfectamente a sus marcados bíceps. Tenía varios tatuajes, al menos en ese brazo.
—¿A donde quieres que te lleve, princesa?
—No sé hacia donde indicarte. Sólo sé que vivo cerca del centro de la cuidad. Frente a mi hay una agencia de viajes...
—¿No recuerdas nada más?
—Creo que hay un videoclub en la esquina de la calle pero no estoy segura...
—Ok, probaremos por aquí. —Dijo entrando en una calle mucho mas alumbrada, con varias tiendas de ropa. —¿Te suena?
—No. —Dije observando la calle. —No, definitivamente.
—Si no llegaras a recordar donde vives siempre puedes venir a mi departamento, eso si, sólo tengo una cama y yo no pienso dormir en el sofá. —Dijo sonriendo engreidamente.
—Si, puede que en tu sueños.
—Allí te espero, monada. ¿Te suena este barrio?
—Umm —Miré varias veces la calle hasta que porfin reconocí el pequeño adorno que mi hermanita se había empeñado en poner en la ventana de casa. —Si, es allí. —Le indiqué.
—¿Ves como no te mentía princesa?
—Gracias... ¿Emm...?
—Zayn.
—Gracias Zayn.
—No, gracias a ti princesa, ya sé donde vives. —Me guiño un ojo.
—Buenas noches. —Dije y entré en casa.
Mi hermanita Diana se había quedado dormida en el sofá. La cargué en brazos y la llevé hasta su cama.
—¿Dónde estabas Rebeca? —Pregunto mi tía detrás de mi, haciéndome sobresaltar.
—Tía... Me perdí. —Susurre.
—¿Y quién te ha traido ha casa? He oído el motor de un coche.
—Un amigo. —Dije rezando para que dejara de preguntarme.
—¿Amigo? A penas llegamos ayer a Bradford... ¿Cuándo le has conocido?
—Bueno... Esta mañana. Recuerdas que fuí a comprar al quiosco con Diana, ¿no? —Asintió. —Pues conocí ha ese chico y estuvimos hablando. Gracias ha dios ahora me lo he encontrado y me ha traido.
—Ah, bueno... Buenas noches cariño. —Me besó la frente.
—Buenas noches tía... —Dije. Le besé la mejilla a mi hermana y marché hacia mi habitación.
Me desnude lentamente, con la cara de aquel chico, Zayn, en la mente. Era muy guapo pero parecía el típico chico malo. Una vez estuve en ropa interior, me puse un pijama y me hice una coleta alta. Me miré al espejo. ¿Que podría haber visto ese chico en mi para detenerse así, en medio de la carretera? Era una chica normal, rubia, de estatura baja. Tenía curvas pero no para pasarme. Lo único bueno que veía en mi misma era el culo. Seguramemte sólo pensó que sería alguna prostituta o algo por el estilo. Tampoco puedo culparlo, eso de andar por una carretera, sola y de noche... En fin.
Olvidé el tema y me metí en la cama dispuesta a dormir.

(...)